EL CORREO 27/02/13
· El candidato pactado por el PNV y el PSE da marcha atrás por razones «personales» a solo dos días de ser ratificado por el Parlamento.
‘In extremis’ y por sorpresa. Así llegó, como un auténtico jarro de agua fría para el Gobierno vasco y el PNV la decisión de Mikel Agirre de renunciar a la dirección general de EiTB a solo dos días de que el Parlamento de Vitoria ratificase su nombramiento. Más aún, cuando la designación estaba atada y bien atada a estas alturas gracias a un pacto entre el partido jeltzale y el PSE que incluía además la renovación a medio plazo de otros organismos como el Tribunal de Cuentas o el Ararteko.
La cuerda se rompió por el filamento más traumático e inesperado: fue el propio candidato, propuesto ya de forma oficial por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu la semana pasada, el que hizo saltar por los aires el consenso al anunciar, a través de un escueto comunicado remitido por los servicios de comunicación de la radio televisión pública vasca a media mañana, su decisión de retirarse de escena sin posibilidad de vuelta atrás «por cuestiones de índole estrictamente personal».
La ‘espantada’ de Agirre, todo un clásico de EiTB, vinculado al ente público desde 1984, hombre de confianza del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y actualmente director de Explotación e Ingeniería, cayó como un obús en el gabinete de Iñigo Urkullu. El Ejecutivo, seriamente lastrado por su situación de minoría parlamentaria, por la difícil papeleta de sacar adelante los Presupuestos vascos para 2013 sin ningún apoyo estable a priori y por la brutal caída de la recaudación fiscal que obligará a meter la tijera en todos los departamentos, vio cómo en apenas unas tensas horas –Agirre comunicó el lunes por la noche su decisión a sus atónitos interlocutores en Ajuria Enea y Sabin Etxea– se desmoronaba el único acuerdo de calado alcanzado hasta el momento con otra formación política.
La renuncia en el último minuto del veterano profesional, hermano del fallecido dirigente del PNV Gorka Agirre y sobrino del lehendakari José Antonio Agirre, supone un serio revés para el Ejecutivo jeltzale, que, más allá del brete en el que se vio ayer al tener que dar explicaciones sobre el abandono del candidato que el propio PNV propuso, está obligado ahora a ‘reclutar’ en tiempo récord otro aspirante dispuesto a dar la cara en las actuales y delicadas circunstancias económicas, y que logre además el imprescindible beneplácito del PSE.
De hecho, el director general saliente, el periodista Alberto Surio, a quien, como a todos, pilló por sorpresa la salida de escena del candidato pactado por jeltzales y socialistas, tenía previsto reincorporarse a su anterior puesto de trabajo de manera inmediata. Tanto el Gobierno vasco como el PNV son plenamente conscientes de que la situación de interinidad en la dirección del ente «no puede dilatarse por más tiempo», como reconoció ayer el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka. Erkoreka comenzaba su comparecencia semanal de los martes, que abordó con un mínimo guión ya en la cabeza. «Se trata de una decisión estrictamente personal que el Gobierno no tiene más remedio que respetar. No queremos entrar en las consideraciones personales ni en los motivos de la renuncia», apuntó.
El Ejecutivo vasco y el PNV niegan tajantemente que la drástica reducción del Presupuesto de EiTB –se han llegado a barajar tijeretazos superiores al 20% respecto al gasto disponible actual– sea la razón última de la renuncia de Agirre, cuyo entorno más próximo admite que quizá «se equivocó» al aceptar la responsabilidad en primera instancia y subraya que es consciente de la ‘patata caliente’ que ha dejado sobre la mesa de Urkullu. Pero lo cierto es que el pasado viernes Agirre se reunió con la consejera Uriarte para repasar la consignación presupuestaria para EiTB y las estructuras a las que afectaría el recorte.
EL CORREO 27/02/13