ABC 14/07/17
· Deberán asegurar un regreso rápido en caso de tener que frenar el desafío secesionista
En el Palacio de La Moncloa todo está preparado ante el posible «asalto final» de los independentistas catalanes, sin perder de vista ni un solo detalle. Pero ese plan minucioso del Gobierno podría tener un «agujero» serio en forma de canícula, si los secesionistas decidieran dar un paso decisivo en pleno periodo vacacional, con el Congreso y el Senado cerrados a cal y canto en un mes que es inhábil, y los ministros desperdigados por cualquier lugar. La Moncloa quiere tener prevista esa posibilidad, y ha pedido a los ministros y parlamentarios que estén alerta durante todo agosto por si fuera necesario un regreso urgente, para frenar el desafío independentista y el referéndum de autodeterminación, según han confirmado fuentes del Gobierno.
Semana subrayada En La Moncloa tienen subrayada la semana del 21 de agosto como posible momento crítico
En el caso de los diputados y senadores no ha sido tanto una instrucción como una serie de consejos para que estén prevenidos y no se encuentren con obstáculos insalvables de última hora ante una vuelta exprés. Desde el Gobierno se ha transmitido esa posibilidad a los grupos parlamentarios en conversaciones informales. Por un lado, se les ha pedido que estén disponibles y localizables, en zonas con cobertura y con los móviles siempre encendidos. Se ha aconsejado contratar seguros de cancelación de viajes, billetes con la vuelta abierta y rutas de regreso bien planeadas en el caso de estar en destinos alejados o complicados.
Fuentes de La Moncloa explican que no se ha puesto ningún límite de distancia ni de tiempo para la vuelta, porque «no se trata de sobreactuar, solo de reaccionar con prontitud en el caso de ser necesario». «Que se organice el viaje con sentido común», apuntan. Si se prepara bien un posible regreso anticipado, no se tendría que tardar más de 24 horas en tener las instituciones a punto.
La pista de la Generalitat
Los ministros consultados explican que el Gobierno no está dando por hecho así que los independentistas vayan a actuar en agosto, aunque las cautelas que ha tomado la Generalitat para el próximo mes podrían dar una pista. Simplemente no quieren que las vacaciones sean un obstáculo para la respuesta del Estado de Derecho.
Si los secesionistas aprovecharan el mes de agosto para aprobar una de sus leyes de ruptura o para convocar el referéndum, el Gobierno podría impugnarlo mediante un recurso ante el Tribunal Constitucional. Para ello, deben estar activos la Abogacía del Estado, el Consejo de Ministros, el Consejo de Estado y el Tribunal Constitucional, además de la Fiscalía, si actúa por incumplimiento de la prohibición de actos preparatorios y organización del referéndum de independencia.
El Gobierno calcula que en un procedimiento lo más rápido posible se podría frenar en seco cualquiera de esas medidas en 48 horas. Aunque no es necesario que sea algo tan rápido, y el Gobierno rehúye «la sobreactuación», en La Moncloa sí se reconoce que la celeridad en la respuesta es una muestra de la firmeza y la contundencia del Estado de Derecho frente a los que violan la ley y la Constitución.
El artículo 155
La aplicación del artículo 155 de la Constitución, el que prevé una suspensión temporal de determinadas competencias autonómicas para proteger el interés general, sería más laboriosa. Es una carta que el Gobierno confía en no tener que usar, pero que en absoluto está descartada. Aquí tendrían un papel protagonista y esencial los senadores, de ahí el llamamiento que se les ha hecho también. Sería el Pleno de la Cámara Alta, por mayoría absoluta, el que autorizaría al Gobier-