EL CORREO 29/11/13
· Gallardón asegura que existen «indicios de criminalidad» en varios actos y el ministro del Interior confía en que la Ertzaintza los evite.
· Interior ha remitido a la Audiencia Nacional informes sobre media docena de recibimientos.
La izquierda abertzale había pedido por activa y por pasiva a los familiares y allegados que evitaran las celebraciones públicas en las bienvenidas a los presos de ETA excarcelados tras la derogación de la ‘doctrina Parot’ para evitar que esos actos derivaran en procesos penales por exaltación del terrorismo. En la gran mayoría de los casos así ha sido, reconocen fuentes de la lucha antiterrorista, y las celebraciones por la puesta en libertad de los casi sesenta reclusos que ya están en la calle se han limitado a actos privados, pero no todos.
El Ministerio del Interior ha remitido a la Fiscalía de la Audiencia Nacional informes y atestados sobre seis de estos recibimientos en los que, según los servicios de información de las fuerzas de seguridad, podrían haberse producido actuaciones que encajarían en un delito de enaltecimiento del terrorismo, que el Código Penal castiga con hasta dos años de cárcel para aquellos que exalten «por cualquier medio de expresión pública o difusión de los delitos de terrorismo» o que participen en actos que «entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas».
El Ministerio Público aún no ha decidido si denunciará todos estos actos de bienvenida, ya que está a la espera de que la Delegación del Gobierno en Euskadi y los servicios de información aporten más datos y pruebas pues buena parte de las denuncias se basan en testimonios de terceros.
Sobre lo que hay más datos, explicaron fuentes de la investigación, es sobre la bienvenida que brindaron un centenar de personas en la madrugada del miércoles en el barrio de Usansolo, en Galdakao, a Javier Martínez Izaguirre, ‘Javi de Usansolo’, asesino del niño de tres años Fabio Moreno en 1991. El etarra fue recibido con antorchas, un pasillo de honor, cohetes, aplausos y pancartas a favor de los presos.
El segundo expediente se refiere a Juan Manuel Píriz López, el segundo etarra liberado tras el fallo de Estraburgo. Según los atestados, Píriz, condenado a 61 años de cárcel, entre otros delitos, por el asesinato en 1984 de un exmilitante de ETA, fue recibido el 28 de octubre en el aeropuerto vizcaíno de Loiu tras aterrizar de un vuelo procedente de Málaga por casi medio centenar de personas, entre las que estaba el histórico dirigente de la izquierda abertzale Tasio Erkizia, con pancartas a favor del acercamiento de los presos.
También ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía el último de los homenajes, el que tuvo lugar el miércoles a Inmaculada Pacho en el Casco Viejo de Bilbao. Sobre esos hechos sí hay imágenes. La exreclusa, condenada a más de 500 años por, entre otros, seis asesinatos, fue jaleada y aplaudida por un centenar de personas en la calle Somera durante diez minutos antes de entrar en un bar entre gritos de «amnistías», conforme se recoge en los atestados policiales.
Según las fuerzas de seguridad, el supuesto cuarto caso de enaltecimiento se produjo sobre las 23.15 horas del martes, cuando entre 30 y 40 vecinos saludaron la llegada al pueblo guipuzcoano de Legazpi de Juan Ignacio Delgado Goñi con el lanzamiento de cohetes y el «repique de campanas en una iglesia próxima». La Delegación del Gobierno en Euskadi también ha denunciado ante la Fiscalía un homenaje del pasado domingo en el municipio vizcaíno de Leioa a Pagoa Zulueta Vázquez, cuando varias decenas de vecinos recibieron a la exterrorista con una pancarta de bienvenida y su foto.
El último caso es el de José Legorburu Gerediaga, condenado a 746 años, y que fue recibido en otro homenaje público en la localidad vizcaína de Amorebieta.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, aseguró ayer que el Ejecutivo aprecia en estos seis actos «indicios de criminalidad». Calificó estos homenajes de «indignantes» y «aberrantes» y presionó a la Fiscalía para emprender ya las «acciones penales correspondientes».
«Los antidisturbios»
En la misma línea, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, defendió la actuación de su departamento en estos casos y le pasó la patata caliente a la Ertzaintza. «Lo que no podemos hacer es intervenir como policía en la medida en que es la Ertzaintza la competente», apostilló, aunque dijo confiar en que la Policía autonómica «actúe en la medida de sus responsabilidades». «Y no dudo de que lo estará haciendo», agregó.
Más ocurrente se mostró el diputado general de Álava, Javier de Andrés, quien a través de un mensaje de Twitter aseguró que «quienes tendrían que estar esperando a los etarras excarcelados son los antidisturbios de la Ertzaintza, para evitarnos humillaciones a todos».
EL CORREO 29/11/13