EL CORREO 26/04/13
· Rechaza elaborar un nuevo proyecto, en contra de lo que había insinuado Urkullu, al considerar que el resto de partidos está en el «no por el no».
Menos de veinticuatro horas antes de tener que llevar al Parlamento su proyecto de Presupuestos, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, confirmó ayer su retirada y la decisión de no reelaborarlos al constatar que no iba a recabar apoyos entre los grupos de la oposición, a los que responsabilizó de forma expresa de lo ocurrido por su actitud de «bloqueo» y su «nula voluntad de acuerdo». A partir de ahora, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu tendrá que funcionar con las Cuentas de 2012 prorrogadas, algo que en realidad ya estaba haciendo desde el 1 de enero y que tampoco complica sobremanera su gestión durante los próximos meses, aunque sí evidencia su debilidad parlamentaria y el fracaso de su primer gran proyecto político de la legislatura.
Un golpe que Erkoreka intentó eludir negando la mayor. Porque para el portavoz del Ejecutivo, no ha sido un «fracaso» del equipo del lehendakari, sino un «castigo» del resto de partidos a un Gobierno que, aseguró, ha realizado todos los «esfuerzos» para alcanzar un acuerdo y ha hecho «todo lo que estaba al alcance de la mano» para intentar sumar apoyos a su proyecto. Frente a esta supuesta actitud dialogante, el Ejecutivo se habría encontrado, según su propio relato, con una oposición a la que cada vez que se le presentaba una oferta de acercamiento, daba «un paso atrás» y encontraba un «nuevo pretexto» para mantener las distancias. Y eso, para Erkoreka, demostraría su «nula disposición» al diálogo y su intención de mantener «el no por el no». Con este escenario enfrente, al Gobierno no le habría quedado más remedio que retirar su proyecto. Y como sospechaba que los partidos con representación en el Parlamento iban a mantener su postura en caso de enviar una nueva propuesta reelaborada, no lo ha hará.
En Bruselas
Esta última hipótesis, sin embargo, la había puesto sobre la mesa el miércoles el propio lehendakari desde Bruselas. Fue al concluir su viaje a la sede de las principales instituciones europeas, donde se ha entrevistado esta semana con las más destacadas autoridades comunitarias, cuando el lehendakari anunció su intención de retirar sus Cuentas y dejó la puerta abierta a presentar unas nuevas tras constatar que la Unión Europea puede flexibilizar el déficit impuesto a España, un mayor margen de maniobra que se trasladaría a las autonomías. Según algunas estimaciones, Euskadi podría contar en ese caso con cerca de 500 millones adicionales. El miércoles, Urkullu habló de «elaborar un nuevo proyecto» sobre la base de esos «nuevos datos». «Quizás es mejor esperar a gestionar estos Presupuestos de otra manera, con datos reales que nos vengan en las próximas semanas de la UE», recalcó el lehendakari.
Pero esa alternativa, sólo un día después, fue descartada en la reunión del Consejo de Gobierno extraordinario celebrada ayer. Durante su comparecencia ante la prensa, Josu Erkoreka se esforzó en negar las evidentes contradicciones entre lo dicho un día antes por el jefe del Ejecutivo autónomo y la decisión adoptada finalmente y reconoció que se había «valorado la posibilidad de presentar unos nuevos Presupuestos», pero que se había rechazado porque «sería un sinsentido» porque la oposición está en «un no predeterminado». Fuentes del Gobierno aseguraron que se había tomado la decisión de no registrar otras Cuentas tras escuchar horas antes al portavoz del PSE, José Antonio Pastor, rechazando esa posibilidad.
Pero, además, la puerta abierta dejada por Urkullu era más voluntarista que real, ya que, como reconoció el propio Erkoreka, no hay tiempo. Si el Gobierno reelaborase ahora su proyecto, lo más probable es que no lo pudiese llevar al Parlamento hasta junio, cuando tiene que empezar el trámite para redactar el proyecto de 2014. Y, asimismo, el portavoz del Ejecutivo recalcó que esos posibles ingresos vía relajación del déficit son sólo una «hipótesis, probable, pero hipótesis», por lo que hasta que no sean una «certeza» no sería correcto incorporarlos al Presupuesto.
Futuro incierto
La comparecencia de Erkoreka pone punto y final a una negociación que ha tenido más de escenificación que de proceso real de diálogo. El portavoz del Gobierno aludió ayer a las «cinco rondas de contactos» puestas en marcha por el Ejecutivo –en las que han participado el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, y el propio Urkullu–, así como al último documento presentado la semana pasada por el lehendakari a la oposición como ejemplos de buena voluntad por su parte. Unas reuniones que, en una coincidencia muy poco habitual en la política vasca, los portavoces de EH Bildu, PSE, PP y UPyD han censurado por «genéricas» y por evidenciar una presunta falta de interés del equipo de Urkullu para alcanzar un acuerdo.
La cuestión es qué pasará a partir de ahora. «El Gobierno tiene su parte de responsabilidad, pero es un fracaso colectivo», fue la máxima autocrítica que lanzó ayer Josu Erkoreka, que insistió una y otra vez en que la culpa de todos los males está en la cerrazón de la oposición. Pero el problema para el PNV es que necesita de esa oposición para sacar adelante su proyecto para esta legislatura.
Porque, más allá de las causas, lo que ha confirmado el debate presupuestario es la fragilidad parlamentaria del Gobierno de Urkullu, a once escaños de la mayoría absoluta. Erkoreka no quiso aventurar acontecimientos, habló de futuros acuerdos «puntuales» con el resto de partidos y que seguirá buscando pactos de «estabilidad». En genérico. No concretó con quién ni la fórmula. Por primera vez desde 2004, Euskadi no tendrá Presupuestos.
EL CORREO 26/04/13