El Gobierno vasco retira el plan para ayudar a Urkullu por presión de Álava, Gipuzkoa y el PP

EL CORREO 12/02/13

· El Ejecutivo, que había amenazado con imponer la revisión de ingresos, considera que la tensión institucional generada era «excesiva».

El Gobierno vasco tomó anoche la decisión de renunciar a aplicar un truco contable –aumentando la estimación de ingresos fiscales de este año– para incrementar su techo de gasto y elaborar así un Presupuesto de 2013 más holgado de lo inicialmente previsto. La tensión institucional generada en los últimos días, la oposición férrea de las diputaciones de Álava y Gipuzkoa a suscribir una maniobra de este tipo y el órdago lanzado por el presidente del PP, Antonio Basagoiti, que había condicionado un teórico apoyo a las Cuentas vascas a la retirada de esta iniciativa, obligaron ayer al Ejecutivo a dar marcha atrás. El Consejo Vasco de Finanzas –en el que están presentes el Gobierno y las tres diputaciones– se reunirá mañana, ahora ya en un ambiente de tranquilidad y con la liquidación de las aportaciones de 2012 como único punto del orden del día.

La mecha fue encendida hace dos semanas por el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, tras el primer encuentro institucional con el lehendakari, al proponer una fórmula creativa –aunque poco neutral– para aliviar las estrecheces presupuestarias de la Administración vasca en 2013. El gabinete de Iñigo Urkullu se ve en la obligación de hacer un recorte de gastos de 1.200 millones de euros –en comparación con las Cuentas de 2012–, debido a que las diputaciones prevén un menor ingreso por impuestos y, también, como consecuencia de las limitaciones que imponen los pactos para el control del déficit público. En realidad, la iniciativa del diputado general vizcaíno se trataba de un mero truco contable: estimar ahora que los ingresos fiscales van a ser superiores a los que se calcularon el pasado octubre, cuando las diputaciones y el Gobierno de Vitoria pactaron las cifras oficiales.

Nuevos impuestos

Bilbao había sustentado su tesis sobre la idea de que en diciembre entraron en vigor nuevas figuras tributarias –actualización de balances, así como nuevos impuestos sobre el juego, las loterías y la generación eléctrica– que podían elevar de forma sustancial los ingresos de las haciendas vascas. En el caso de Bizkaia, llegó a estimar en 200 millones la cantidad adicional a recaudar. El Gobierno, por boca primero de su portavoz, Josu Erkoreka, y más tarde de la mano del responsable de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, hizo suya la iniciativa y defendió su aplicación. Tanto, que el propio Gatzagaetxebarria dio a entender que si no era posible alcanzar un consenso, el Gobierno y la Diputación de Bizkaia unirían sus fuerzas –ambas instituciones tienen mayoría en el Consejo Vasco de Finanzas, cuatro de los seis votos– para imponer la revisión de las cifras.

Las críticas llegaron de forma inmediata. De un lado, las diputaciones de Gipuzkoa (Bildu) y Álava (PP) hicieron ver que el argumento era endeble, ya que se basa en hipótesis difícilmente contrastables a estas alturas del año, al tiempo que hay otros elementos que apuntan hacia una tendencia negativa de los ingresos. En especial, el agravamiento de la crisis económica durante buena parte de 2013. Además, ambas diputaciones trasladaron al Ejecutivo que el truco ideado por Bilbao les hacía un ‘roto’ en sus cuentas, al verse obligadas a adelantar al Gobierno más dinero que el que habían presupuestado a principios de año.

La guinda la puso el presidente del Partido Popular, Antonio Basagoiti, en el encuentro que mantuvo el pasado viernes con el lehendakari. Los votos de los escaños populares son necesarios –aunque no suficientes– para que el PNV saque adelante sus Cuentas en la Cámara vasca y este apoyo se daba como prácticamente seguro, después del acuerdo alcanzado por ambas formaciones en Álava y Bizkaia. Basagoiti, sin embargo, emplazó al lehendakari a renunciar a la maniobra contable, so pena de derribar cualquier posibilidad de acuerdo en torno a la propuesta de Presupuesto. «La tensión institucional que se había generado –argumentaron ayer desde el Ejecutivo vasco– era excesiva».

Malestar

Horas antes, la diputada de Hacienda de Gipuzkoa, Helena Franco, había criticado la amenaza de imponer la revisión de las cifras lanzada por el consejero de Hacienda, al tiempo que sugirió que el Ejecutivo foral guipuzcoano podía no acudir a la convocatoria del Consejo Vasco de Finanzas. A 48 horas de la reunión, aseguró, todavía no habían recibido documentación alguna del Gobierno que justificase la revisión de las cifras.

«Respetamos la decisión que ha adoptado el Gobierno vasco», señaló anoche de forma escueta un portavoz de la Diputación de Bizkaia, tras conocer que el Ejecutivo renuncia a recalcular las cifras de ingresos y retiraba la propuesta del orden del día del consejo. Es el segundo revés que sufre el diputado general de Bizkaia sobre el catálogo de iniciativas que presentó al lehendakari en su primer encuentro institucional, después de la polémica suscitada por su propuesta de fusionar las orquestas sinfónicas de Euskadi y Bilbao.

EL CORREO 12/02/13