EL MUNDO 10/09/14
· Los voluntarios informaban por teléfono del recuento de participación en las mesas
El Govern delegó en los voluntarios el dispositivo del 9-N aunque orquestó toda la votación. Pronto se desveló uno de los secretos peor guardados de la consulta alternativa: fue la propia vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, quien compareció ayer hasta en tres ocasiones para informar de los datos de participación y darle un carácter oficial a los resultados.
Lo cierto es que el sello de la Generalitat estuvo muy presente en los centros habilitados para el 9-N. Tanto en el programa informático utilizado para controlar el registro como en las indicaciones de las propias escuelas estaba presente el logotipo de la Generalitat para dar solidez a la votación.
De hecho, el Govern incluso habilitó un teléfono específico para que los voluntarios informaran de los datos de participación a las 13.00 horas, las 18.00 horas y las 20.00 horas. El sistema era algo rudimentario: a la hora pactada, el responsable de cada centro tenía que llamar por el móvil a un número fijado por la Generalitat para notificar la cifra de participantes, según explicaron fuentes de la Consejería de Gobernación.
En sus apariciones públicas, la vicepresidenta sólo se limitó a leer los datos de participación, igual que ocurre en las comparecencias electorales. «No entraré en valoraciones políticas», avisó Joana Ortega en la primera de las rondas informativas.
La Generalitat también explicó en los puntos de votación que incorporaría los datos de los catalanes que acudieron a las urnas durante el día de ayer «a los ficheros de gestión de participación» del Ejecutivo catalán.
Otro de los gestos que dio solemnidad a la jornada fue la presencia de ocho diputados europeos, invitados por el Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat), órgano que se creó para promocionar el 9-N a nivel internacional.
La delegación estuvo formada por cuatro eurodiputados, dos diputados estatales y dos regionales de países como Bélgica, Reino Unido, Suecia, Francia, Alemania y Eslovenia, además de un representante de España de la Coalición por Europa-PNV, que se pasearon por varios centros de participación acompañados siempre por un representante del Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña. Incluso se desplazaron en vehículo oficial y utilizaron los servicios de traducción del Govern.
El Ejecutivo catalán también habilitó un espacio específico para los ciudadanos residentes en el extranjero sin dirección catalana en el DNI. El escenario escogido fue el Palau Robert, ubicado en el centro de Barcelona. Éste también fue el lugar elegido por el presidente Artur Mas para celebrar una de la úlreunión de los partidos soberanistas donde se decidió el cambio de la consulta al proceso participativo del 9-N tras la impugnación del Tribunal Constitucional.