El gran cuento del federalismo

Edurne Uriarte, ABC 13/11/12

Quienes sí deseamos parecernos a los modelos federales de Estados Unidos o Alemania somos los que queremos una España más unida.

Intervienen la ignorancia y la frivolidad y el resultado es una de los mayores artificios políticos de los últimos tiempos, el cuento del federalismo. El mensaje de que hay una supuesta alternativa al Estado de las Autonomías llamada federalismo que resolvería las tensiones nacionalistas de España. Mensaje que repiten bastantes líderes de la izquierda, sobre todo del PSC, y unos cuantos intelectuales con miedo a disentir del rebaño progresista.

Sería más que recomendable hacerles un examen a todos ellos en el que contaran a los españoles en qué aspecto realmente sustancial el federalismo y, sobre todo, las múltiples realidades federales del mundo, se diferencian de nuestro sistema autonómico más allá del nombre de la cosa. O por qué el sistema autonómico no contendría el rasgo definitorio del federalismo que es el reparto del poder entre el Gobierno central y los diversos territorios. Luego, habría que añadir una segunda parte aún más complicada a dicho examen para que explicaran qué reformas de esas que llaman federales satisfarían a los nacionalistas vascos y catalanes y resolverían nuestros problemas.

El resultado sería tragicómico, por supuesto. Ignorancias aparte sobre las muchas fórmulas federales de las cuales la nuestra es otra más, los que sí saben del asunto, unos pocos políticos y los intelectuales, se verían obligados a reconocer que la diferencia sustancial entre nuestra organización federal del poder y la de otros países como Estados Unidos o Alemania es la lealtad al Estado que tienen todos los territorios federados en estos dos últimos casos. Y junto a esa lealtad, un sentimiento y práctica del patriotismo por encima de las diferencias de cada territorio.

En otras palabras, se verían obligados a reconocer que una supuesta fórmula federal para acabar con la amenaza independentista de Cataluña es una inmensa estafa. Más que nada porque quienes sí deseamos parecernos a los modelos federales de Estados Unidos o Alemania somos los que queremos una España más unida alrededor de un patriotismo español común.

Lo extraordinario de este asunto es que el tradicional miedo a la disidencia hace que solo voces muy aisladas de la izquierda, Joaquín Leguina y poco más, desmonten la mentira para los votantes del PSOE. Lo que sea con tal de no disentir de la dirección política de la izquierda. Y con tal de pretender un supuesto modelo alternativo al de la derecha. Y, para rematar el montaje, los sociólogos incluyen el supuesto modelo federal en las encuestas. Nadie entiende el contenido, pero da igual, el cuento funciona políticamente. O no, dado el anunciado batacazo electoral del PSC.

Edurne Uriarte, ABC 13/11/12