EL MUNDO 16/11/13
· Aboga por aplicar de forma «inmediata» la sentencia del TEDH.
Quien es uno de los padres de la doctrina Parot considera que tan «justo» es el contenido de esta ley como que no «hay nada que discutir» acerca de su «derogación definitiva» tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo. ¿Conclusión? El magistrado Javier Gómez Bermúdez sostiene que hay que aplicar de manera «inmediata» el fallo judicial. De este modo, considera «impecable» la actuación de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de decretar la excarcelación de presos de ETA pese a que desde determinados sectores se esté tratando de «echar a los leones» a los jueces por una posición que ha soliviantado a las víctimas del terrorismo. Ante estas protestas, Bermúdez lo tiene claro: la doctrina Parot «ha sido derogada y no hay nada que discutir» sobre cómo actuar: «Hay que aplicarla, y punto».
El magistrado de la Audiencia Nacional hizo ayer estas reflexiones en un debate en San Sebastián con la abogada abertzale Amaia Izko, que representa a Inés del Río, la sanguinaria etarra que ha dado pie a la sentencia europea que ha derivado ya en la excarcelación de más de una veintena de presos a los que el Estado les había ampliado la condena. El coloquio con motivo de los XV Encuentros Jurídico-Penitenciarios organizados por el Colegio de Abogados de Guipúzcoa estuvo marcado por la continua discusión entre ambos en torno a cuestiones relativas a la doctrina Parot, aunque desde un tono formal y distendido.
El magistrado aseguró que la «base fáctica» de la sentencia del TEDH es «falsa o errónea» al estar sustentada en que Inés del Río había previsto un horizonte de puesta en libertad a partir de «una hoja de cálculo» sin que existiera una resolución judicial. Además, afirmó que no puede determinarse que existieran expectativas para su excarcelación teniendo en cuenta la redención de la pena por el trabajo, ya que Del Río y los demás presos de ETA «nunca se han acogido a beneficios penitenciarios» al no reconocer la legitimidad del Estado. «Estamos ante un gran error», aseveró Bermúdez, quien no dudó en afirmar que la «coyuntura especial» tras el cese de ETA ha «propiciado» la sentencia del TEDH.
Uno de los principales motivos de discusión estuvo en el origen de la aprobación de la doctrina Parot en 2006. Donde Izko aprecia una clara intencionalidad política dentro del planteamiento general de que «la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y el Constitucional han sido absolutamente permeables a los dictados políticos» de cada momento, Bermúdez rechaza cualquier motivación al margen de cuestiones judiciales. «No hubo absolutamente ningún impulso político», señaló.
Negó que la doctrina Parot fuera creada «ad hoc» para los presos de ETA y justificó que su aprobación vino a corregir en 2006 una «situación injusta» que se derivaba de una mala interpretación que «históricamente» habían hecho los jueces del Código Penal de 1973 por cuestiones «buenistas» y que había permitido a muchos reclusos acogerse a beneficios penitenciarios. Izko se desmarcó de esta argumentación y denunció que la doctrina Parot es «uno de los episodios más negros» de la práctica judicial española, al atentar contra el «principio de la legalidad penal y el derecho fundamental a la libertad». Incluso, censuró que es «la reedición de la ley del Talión adaptada al siglo XXI», porque pretende que «los presos vascos se pudran en las cárceles».
EL MUNDO 16/11/13