El juez decide hoy entre presiones de las víctimas el futuro de Uribetxebarria

EL CORREO, 20/8/12

El preso de ETA podría quedar en libertad entre hoy y el jueves, según fuentes judiciales

El juez de Vigilancia Penitenciaria, Ismael Moreno – que sustituye por vacaciones a José Luis Castro-, decidirá hoy cuál es el futuro del preso de ETA Josu Uribetxebarria Bolinaga. El magistrado analizará los informes de la junta de tratamiento de la cárcel de Zaballa y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias -que el viernes otorgó al interno, enfermo de cáncer, el tercer grado-. Desde fuentes judiciales se apunta que Moreno se inclinará por autorizar la libertad condicional en atención a su estado de salud. Según los médicos de Osakidetza que han tratado su caso en el hospital Donostia de la capital guipuzcoana, Uribetxebarria, condenado por, entre otros casos, el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, tiene una esperanza de vida inferior a un año, después de que el cáncer de riñón que padece se le haya extendido a la cabeza y un pulmón.

La toma en consideración de todos estos informes por parte del magistrado se produce en medio de importantes presiones desde colectivos de víctimas como la AVT y la Federación de Víctimas del Terrorismo que encabeza Maite Pagazaurtundua. Ambos grupos han criticado tanto al Gobierno de Mariano Rajoy como al sistema de Justicia, por considerar que los pasos dados para la excarcelación de este preso enfermo solo sirven para «reírse» de quienes han sufrido en primera persona los golpes del terrorismo. Pagazaurtundua aseguró incluso el sábado que se está teniendo «mucha delicadeza con ETA» después de que se permitiera la celebración en Bilbao de una concentración en apoyo de Uribetxebarria y de otros 13 internos de ETA con «graves» enfermedades.

Entre un sector de los damnificados por el terrorismo, el ala más cercana al Partido Popular, se ha extendido la sensación de que el Gabinete de Rajoy está «traicionando» las promesas de máxima firmeza contra ETA que el ahora presidente realizó durante su etapa de oposición a José Luis Rodríguez Zapatero. Creen que el ‘caso Uribetxebarria’ significa un gesto de distensión hacia la organización armada para favorecer una disolución, en cierta manera, pactada. El Ejecutivo responde a estas críticas asegurando que con este recluso se ciñe a lo que dice la ley y recordando que en 2010, con el PSOE en La Moncloa, ya se concedió el tercer grado a 352 presos «por razones humanitarias».

«Reglas de conducta»

La postura que finalmente adopte el juez de Vigilancia Penitenciaria no supondrá la excarcelación inmediata del recluso. Según las fuentes consultadas, la tramitación del expediente durará varios días. Los más optimistas creen que la puesta en libertad, si así se acordara, se produciría el martes, mientras que en ámbitos cercanos a la Audiencia Nacional se apunta al jueves como fecha más probable para su liberación.

El recluso -condenado también por el rapto del empresario Julio Iglesias Zamora y el asesinato de tres guardias civiles- deberá cumplir, en todo caso, unas «estrictas reglas de conducta». Instituciones Penitenciarias establecía en la orden por la que se le concedía el tercer grado que el penado deberá residir lejos de sus víctimas o de familiares directos de éstas y tendrá prohibido participar en manifestaciones que supongan enaltecimiento o legitimación de la violencia. Tampoco podrá realizar declaraciones que conlleven desconsideración o desprecio hacia las víctimas ni podrá ausentarse de su domicilio sin previa autorización de la Administración Penitenciaria.

Uribetxebarria, interno en el módulo para presos del hospital Donostia, mantiene activa la huelga de hambre que inició hace diez días. Según sus familiares el reo permanecerá en ayuno hasta que se le conceda la libertad condicional y sea trasladado a su domicilio. El colectivo de apoyo al preso de ETA también ha decidido proseguir con los actos de solidaridad durante al menos toda esta semana, a la espera de los acontecimientos que se puedan suceder.

EL CORREO, 20/8/12