La propuesta que Ibarretxe quiere llevar al Parlamento vasco en junio dependerá enteramente, como su plan de 2004, de los votos de la izquierda ‘abertzale’.
Juan José Ibarretxe y su iniciativa de consulta quedaron ayer definitivamente a merced de la voluntad de la izquierda abertzale y de los nueve votos del grupo parlamentario del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) en la Cámara vasca de Vitoria. No es la primera vez. En igual situación se colocó el lehendakari en 2004 con el denominado plan Ibarretxe, que sólo pasó la prueba en el Parlamento vasco y llegó a Congreso gracias a tres votos prestados por el grupo de Batasuna.
Ayer no quiso dirimir ninguna de las incógnitas sobre sus siguientes pasos, que se abren con el desenlace de su entrevista con el presidente del Gobierno. «He tenido la mano tendida durante siete meses», dijo nada más comparecer, como zanjando una etapa.
Ibarretxe ha estado encastillado en no avanzar acontecimientos antes de cubrir el que presentaba como primer paso de su hoja de ruta: lograr un acuerdo con Rodríguez Zapatero sobre el derecho a decidir y la convocatoria de una consulta. Ayer quedó descartada oficialmente toda posibilidad, pero Ibarretxe no contestó ninguna de las preguntas que se le hicieron sobre sus siguientes pasos.
¿Mantiene las fechas del 27 de junio para el pleno del Parlamento vasco y del 25 de octubre para la consulta popular que pretende? ¿Buscará una negociación en la Cámara vasca con el grupo del PCTV, de cuyos votos depende perentoriamente, para poder sacar adelante su propuesta de consulta? ¿Será de nuevo candidato en las elecciones que convocará en el caso de que su propio Parlamento le desautorice y derrote su propuesta?
En esas preguntas se resume el futuro inmediato de su propuesta y su propio futuro político, pero todas quedaron sin contestar. La única certeza que dio fue la celebración del pleno previsto para el último viernes de junio. Lo dejó fijado como el siguiente mojón de su recorrido y se negó en redondo a ir más allá. Sólo se sabe que enviará a la Cámara un proyecto de ley. «El Parlamento vasco decidirá los pasos que se seguirán. Cada grupo hará lo que crea oportuno y, hasta entonces, no se darán los siguientes», respondió a todas las preguntas sobre sus intenciones de actuación de aquí a octubre.
Sí dio una pista de que no hará ascos a los votos del PCTV, al señalar que el PSE ha promovido iniciativas con ese grupo en la Cámara vasca. Su oficina de comunicación distribuyó en la misma sala de prensa de La Moncloa una proposición de noviembre de 2007 para proteger un yacimiento del paleolítico amenazado por una cantera.
La izquierda abertzale es consciente de lo determinante de su poder en estos momentos y también de que no estará en el próximo Parlamento vasco. «Decidiremos en función de nuestros intereses, no de los del PNV o Ibarretxe», declaró recientemente uno de sus portavoces. Aún no han decidido si a esos intereses les conviene más un Ibarretxe derrotado por su propia Cámara o un lehendakari en evidencia ante el electorado abertzale cuando tenga que renunciar a celebrar la consulta.
Si finalmente el PCTV le da luz verde, la convocará, no para el 25 de octubre, sino para el 26, porque ese día es domingo. Ni el PNV ni el propio Ibarretxe tienen intención de llegar hasta el final, entrando en un proceso de desobediencia, ante el anunciado recurso a los tribunales del Gobierno. «No haremos ninguna barbaridad», dijo hace unas semanas el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. La siguiente estación serán las elecciones autonómicas.
EL PAÍS, 21/5/2008