El macho alfa

EDURNE URIARTE, ABC – 21/10/14

· Tal como era esperable en un movimiento populista, la adoración al líder ha llegado a extremos ridículos.

La faceta cómico-grotesca de la asamblea de Podemos ofrece tantas claves analíticas sobre el nuevo partido como los contenidos políticos. Sobre todo, porque nos remiten a un aspecto central de la frustrada revolución de Podemos. Al liderazgo y a la organización. Que es, en este caso, el liderazgo del «macho alfa» que aconseja viagra a los adversarios políticos y recibe palmadas en el trasero de las simpatizantes enfervorizadas. Es decir, Pablo Iglesias, el líder supremo. El que iba a revolucionar la democracia representativa con la democracia participativa y que ha recurrido a todas las tretas y argumentos clásicos para establecer una organización jerárquica bajo el poder absoluto del líder carismático que es él.

Tal como era esperable en un movimiento populista, la adoración al líder ha llegado a extremos ridículos, y la concepción que el líder tiene de s í mis mo, t a mbién. «No s oy u n macho alfa», ha dicho Iglesias para sostener su pretensión de poder absoluto sobre el partido, en clara demostración de que, por supuesto, se siente como tal. No sólo porque cree estar en condiciones de ganar a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez («Ya me gustaría a mí descargarme de responsabilidad, pero creo que tres secretarios generales no le ganan las elecciones ni a Rajoy ni a Pedro Sánchez, y uno, sí»).

Además, porque el hombre, embriagado como está con tanta adoración, se siente superhombre también en lo físico, a pesar de ese aspecto enclenque e insignificante más bien cercano a Woody Allen que a Clive Owen. Pero convencido de su poder de atracción sobre el otro sexo, lo que explica que hace no mucho tiempo recomendara viagra a un ministro, y que su pareja, la diputada de IU, Tania Sánchez, hiciera la misma recomendación hace unos días a un periodista. Cómica fijación sexual de una pareja de comunistas que parecen más enfocados en la revolución del viagra que en la marxista.

Entre egos desbordados, machos alfas y viagras, no podía faltar la palmada en el trasero del líder carismático, fotografía emblemática de la asamblea de Podemos que, sin embargo, el principal diario de la izquierda española cortó en su portada, imagino que por cierta sensación de vergüenza progresista ajena. Por el partido revolucionario de la extrema izquierda que muestra a las primeras de cambio los peores tics de los comportamientos de masas. Ni a Sánchez ni a Rajoy los han toqueteado de manera tan ardorosa las seguidoras apasionadas. Besos y abrazos, a lo sumo. Claro que ellos no llegan a su condición de superhombre, lo que explica, debe de pensar Iglesias, que las féminas no se desaten de la misma manera.

Con los ingredientes anteriores de jerarquización, líder único, poder concentrado en la cúpula y argumentos del viagra ¿hasta cuándo mantendrá Podemos la ilusión de revolución democrática y alternativa a la crisis de la política? Sobre todo, hasta que alcance posiciones de poder en las instituciones nacionales lo que habitualmente desata las contradicciones.

Y, además, hasta que la izquierda socialista deje de hacerle la ola como hasta el momento, ofreciendo a los votantes socialistas razones para optar por Podemos en lugar de por el PSOE, en un proceso de llamativa autodestrucción. Todo lo anterior, la evolución natural, siempre que el «macho alfa» sea capaz de contener los errores propios de un ego desorbitado como el suyo.

EDURNE URIARTE, ABC – 21/10/14