El macrojuicio por las herrikos entra en su fase decisiva

EL CORREO 07/01/14

· Se reanuda el jueves y afronta cinco sesiones que servirán para analizar informes policiales que sustentan la acusación de financiación de ETA.

El juicio del caso de las herriko tabernas entra esta semana en una fase decisiva. La Audiencia Nacional examina a partir del jueves la principal prueba de cargo contra los militantes de la izquierda abertzale acusados, según fuentes judiciales. Se trata de las decenas de informes de la Policía en los que se sostiene la principal acusación fiscal a los miembros de la antigua Batasuna que, según el ministerio público, contribuyeron a la financiación de ETA a través de las sedes sociales abertzales.

El proceso que se sigue en Madrid sienta en el banquillo desde octubre a 36 militantes independentistas, entre ellos dos de los máximos dirigentes de Sortu, Rufi Etxeberria y Joseba Permach, amén de más de cien responsables civiles de herriko tabernas de toda Euskadi.

El macrojuicio se reanuda esta semana tras el parón navideño, con dos sesiones el jueves y el viernes, y tres la semana siguiente, del lunes 13 al miércoles 15. El presidente de la sala, Ángel Hurtado, ha reservado estos cinco días para analizar las decenas de informes policiales en que se basa la acusación, en previsión de que las exposiciones serán prolijas y complicadas. Está previsto que presten testimonio una veintena de agentes y peritos de las Fuerzas de Seguridad del Estado y los servicios de Inteligencia.

Estos informes son la principal prueba que sostiene la acusación fiscal contra los dirigentes de la izquierda abertzale, por lo que la vista entra en una fase trascendental, según los medios consultados. Así lo entiende también el equipo defensor de los imputados, que otorga mucha importancia a las sesiones de estos próximos días.

Los agentes y peritos deben demostrar y ratificar el contenido de esos informes acusatorios, mientras la defensa, encabezada por los abogados Iñigo Iruin y Jone Goirizelaia, intentará poner en evidencia lo que consideran endeblez de las imputaciones, rechazadas por todos los acusados, que desde el principio han desvinculado su actividad política de cualquier relación con ETA.

El macroproceso, que comenzó el pasado 17 de octubre, diez años después del inicio de la investigación, nació lastrado por este retraso y tras una instrucción caótica, según coinciden incluso magistrados de la Audiencia Nacional. También formaciones como el PNV han sido muy críticas con este proceso judicial.

Antes del descanso navideño, comparecieron en las macroinstalaciones de San Fernando de Henares, varios peritos de la Ertzaintza. No obstante, la exposición de la Policía vasca no contribuyó a aclarar las tesis acusatorias de la Fiscalía.

Recta final

Con su reanudación esta semana, el juicio de las herriko tabernas, también conocido como sumario 35/02, entra también en su recta final. Se prevé que la última sesión se celebre hacia mediados de marzo, si no se producen dilaciones en un proceso salpicado de incidencias desde el principio. Entonces los dirigentes independentistas acusados volverán a tener voz si ejercen el derecho a la última palabra. Los principales imputados, Etxeberria y Permach, se enfrentan a penas de doce años. Históricos líderes de HB como Karmelo Landa, Floren Aoiz o Jon Gorrotxategi, afrontan una petición de diez años, mientras que la pena menor es de ocho años para una quincena de encausados.

El juicio condiciona buena parte de la actividad de Sortu, ya que mantiene durante importantes periodos en Madrid a algunos de sus principales líderes, como Etxeberria o Permach, o el coordinador de Navarra, Juan Kruz Aldasoro. Por este motivo, la estrategia de la defensa ha sido acortar al máximo las comparecencias para agilizar el proceso. De lo complejo del procedimiento judicial dan fe algunas cifras como los 292 tomos y 85.000 folios de instrucción.

La vista es clave para la izquierda abertzale, que observa cómo algunos de sus principales referentes corren el riesgo de ser condenados, pese a considerar que se trata de un juicio «meramente político», fuera de lugar en el actual escenario sin violencia de ETA. Además, marcará un camino para el siguiente proceso contra el mundo de Batasuna, el sumario de la redada de 2007 en Segura contra la cúpula de la entonces ilegalizada formación. En esa vista se sentarían en el banquillo el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, y uno de sus principales portavoces, Pernando Barrena, entre otros.

EL CORREO 07/01/14