ARCADI ESPADA – EL MUNDO – 14/02/16
· Mi liberada: Quizá sólo habría habido un hombre capaz de detener el viaje a ninguna parte de Cataluña. Era Jordi Pujol. En un momento dado del Proceso, incluso después de declararse más o menos independentista, pudo levantar la voz. Pero era un hombre carcomido, inútil. No puedo dejar de pensar en Pujol. Amenaza con convertirse en un gran misterio generacional, uno de esos crímenes cuyas metáforas acaban devorando al hecho. Lo vi esta semana, al entrar en la Audiencia Nacional. Su mujer, cabizbaja, se apoyaba en el brazo del abogado Martell, que da una estampa de hombre antiguo, consumido por la nicotina del secreto. Los dos iban espesamente abrigados. Algunos metros por delante caminaba Pujol, a cuerpo gentil, firme en apariencia, para encontrarse con un juez que iba a preguntarle por su empresa familiar.
La corrupción en Cataluña se ha soslayado con una gran naturalidad. La prueba más feroz es el pacto que firmaron los anticapitalistas. Y la explicación más probable de la naturalidad es la considerable extensión de las prácticas corruptas. No se pueden odiar las metáforas hasta el punto de ignorar el sentido recto que indican a veces.
Todos los miembros de la familia Pujol están imputados: el matrimonio y sus siete hijos. Yo he combatido siempre la idea de que Pujol fuera Cataluña, pero tal vez ha llegado el momento de reconocer mis errores. No conozco a fondo la política africana, pero diría que no hay un caso similar. El matrimonio y sus siete hijos. La familia de un hombre que gobernó durante 23 años. Si esta situación no ha producido un harakiri colectivo en Cataluña sólo es porque fueron muchos y muy poderosos los que pagaron. Cataluña es un país petit y no hay tierra para absorber tanta sangre.
Por lo demás, el nacionalismo se ha adscrito a la doctrina Arguiñano, que es la de robar con fundamento. Es importantísimo el impacto del fundamento en la opinión pública. En el caso catalán el fundamento ha sido la patria. Tan potente que si hasta los anticapitalistas se han aliado con Convergència es (necesidad de cobrar aparte) porque creen que la mafia puede ayudarles a destruir el Estado: una línea que ya exploraron con éxito las Brigadas Rojas o el M-19. Con fundamento roba también la izquierda, cuyos Eres son sólo una sofisticada manera de combatir la desigualdad. Desde que se llamó orgánica a la democracia o azul al cielo sabemos hasta qué punto desfigura el atributo. De ahí que robar, robar, sólo robe la derecha.
Las imputaciones hay que manejarlas con cuidado y sólo deben producir efectos de opinión. Pero en las imputaciones pujolistas hay hechos delictivos de tipo fiscal que ya han sido reconocidos por sus autores. Y el primero, y más significativo, el de Pujol. El 25 de julio de 2014 reconoció que tenía una fortuna sin declarar en el extranjero, y que la tenía desde 1980. La confesión tuvo un efecto doble: lo expulsó del lado bueno de la historia, pero le aportó también cierta grandeza pecadora. La infección literaria empezó a extenderse.
Fácilmente se llegó en los periódicos a la analogía con los grandes trágicos y sus personajes atormentados por el peso de un secreto que debían levantar cada mañana, al tiempo que su cuerpo. A medida que el cuerpo iba decayendo, el secreto crecía. Cuando un hombre confiesa, pasados los ochenta años, ya sólo hay secreto y era, en apariencia, el que estaba hablando. Compareció también la religión, el catolicismo. Sobre todo por las últimas líneas del comunicado: «Y también les pido que sepan separar los errores de una persona –aunque haya sido muy significativa–, y que esta declaración sea reparadora en lo posible del mal y de expiación para mí mismo». Expiar supone el borrado religioso de las culpas. Y era la palabra que se entendió como clave. Pujol, católico de siempre, no podía aspirar al perdón de la historia ni de los ciudadanos catalanes, pero aún optaba al perdón de dios.
La confesión era muy golosa. Pujol se había pasado toda su larga vida pública dando consejos morales. Es propio de los padres de la patria y fue una de sus marcas como político. Yo recogí en un tumblr (http://1984puntocat.tumblr.com/) un centenar largo de páginas con párrafos morales extraídos de su obra completa, ensayos, discursos, artículos, que alcanza una dimensión parecida a la de Enver Hoxha. Una búsqueda minuciosa daría otros cientos de páginas más.
La confrontación de esa obra con el folio de su confesión probaba que Enric Marco sólo es el segundo gran farsante de la historia contemporánea de Cataluña. La evidencia del dinero oculto, que alcanza una cantidad real de unos siete millones de euros, permitía otras consideraciones de interés psicológico. La primera es que la familia Pujol había vivido muchos años en su piso de General Mitre con una cocina de origen y una fabulosa colección de muebles y enseres tronados, lo que introduce la famosa duda sistemática del pobre sobre el rico: para qué coño querrán el dinero. La segunda afecta al famoso dilema nature/nurture: abuelo, hijo y nietos han tenido dinero fuera, libre de impuestos.
Tengo dudas de que la instrucción del juez derive en responsabilidades penales efectivas para el patriarca de los Pujol, que seguramente hará valer una madeja de prescripciones eficaces. Sin embargo, sus conclusiones introducen una duda demoledora; y es la de que Pujol no hubiera en realidad confesado y su documento del 25 de julio fuera meramente instrumental. Pujol no estaría hablando entonces desde la culpa, sino desde la renovación del engaño. Por así decirlo, Enric Marco aún no habría vuelto de Auschwitz. La duda, de amplio espectro, no sólo supondría que Pujol ha mentido sobre el origen del dinero andorrano. Supondría que los que le pagaron siguen también callando.
Pudo haber levantado la voz contra el Proceso. Pero era un hombre carcomido. El problema irresoluble de Cataluña es que no queda ninguna autoridad que pueda hacerlo. Unos cobraron lo que otros pagaron, y todos están sellados con el mismo lacre. En estas condiciones hasta comprendo la sucia y desgraciada operación política que están llevando a cabo. El reset que semejantes élites pretenden hacerle a la historia. Disolver la vergüenza de la corrupción en una nueva aurora. Explicarse y explicar a sus hijos que todo aquello había sido necesario para llegar hasta aquí. Que también en la fortuna de la libertad anida un repulsivo gusano de mierda y fraude.
Y sigue ciega tu camino…