EL CORREO 10/03/13
El temor a que «la sociedad olvide a las víctimas del terrorismo» invade a Sandra Carrasco. La hija del exedil socialista Isaías Carrasco, asesinado por ETA apenas unos días antes de las elecciones generales de 2008, advirtió ayer, en el quinto aniversario del crimen, sobre las consecuencias de que «se quiera pasar página con tanta rapidez». Mostró su esperanza de que «todos seamos capaces de convivir», pidiendo que «también se respeten el dolor y el sufrimiento de estos años».
Familiares y miembros del PSE participaron en la ofrenda floral que recordó al exconcejal socialista en el mismo lugar donde el etarra Beñat Aginagalde acabó con su vida. Arropando a su viuda, Marian Romero, hijos y hermana estuvieron dirigentes del PSE como Txarli Prieto, José Antonio Pastor, Jesús Eguiguren, Iñaki Arriola, Manuel Huertas y Miguel Buen.
Con la vista clavada en el suelo, los allí presentes escucharon a Sandra rememorar lo ocurrido hace cinco años cuando su madre y ella vieron a su padre sangrando en la calle. La joven se congratuló de que ahora «las cosas han cambiado, la sociedad vive más tranquila, sin miedo» y de que «por fin ETA nos haya dejado en paz». Pese a ello, hizo hincapié en que «no hay que olvidar que todavía no ha entregado las armas».
Sandra se mostró también crítica con ciertas formaciones, «que antes estaban con nosotros» y que, dijo, «ahora parece que están en el otro bando». Fuentes socialistas explicaron que esa alusión iba dirigida a partidos como Alternatiba o EA, que antes eran críticos con la izquierda abertzale y ahora forman coalición con Bildu.