ABC 09/12/12
Algo así como una doble realidad, un «matrix» lingüístico. Frente a la «Cataluña oficial» que se expresa casi en exclusiva en catalán, la «Cataluña real» lo hace mayoritariamente en castellano, y en menor medida en catalán. Según los datos de la última Encuesta de Usos Lingüísticos, el 46% de la población mayor de 15 años declara el castellano como su lengua habitual, frente al 36% que señala el catalán. Un 12% usa ambos idiomas de forma indistinta, mientras que un 7% se expresa en lenguas extranjeras. Frente a esta realidad incontestable, la Administración autonómica sigue privilegiando una lengua sobre otra.
Frente a la Cataluña oficial, la real. Cuando se trata de calibrar el conocimiento de las lenguas, el castellano también se impone al catalán: un 88% de la población dice tener un nivel alto en todas las facetas (lo entiende, lo habla, lo lee y lo escribe), frente a un 45% que lo reconoce del catalán. Resultan relevantes en este sentido los datos sobre la población de entre 15 a 24 años, la primera generación plenamente escolarizada en el sistema de la inmersión, cuyos datos de conocimiento del catalán, sobre todo en la escritura, son muy superiores a los de las sucesivas franjas de edad.
La palanca de la subvención
En 2001, la Generalitat estableció una deducción en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) a todas aquellas personas que realicen donativos en favor de entidades que tengan como finalidad el fomento de la lengua catalana. Recientemente, el Gobierno de Artur Mas amplió el censo de empresas dedicadasdas a incentiincentivar ese idioma, que pasó dde 62 a 86. Entre ellase se encuentrantran asociacionesa que promueven la indindependencia de CatCataluña o que incincitan a delatar a los comerciantes que rotulan en castcastellano. En amboambos casos, se trata de entidades que, paraleparalelamente a los incentivos fifiscales que disfrutan sussu benefactores, suelen obtener millonarias subvenciones del Gobierno catalán. Este es el caso de Òmnium Cutural y Plataforma per la Llengua.
El pasado mes de febrero, cuando la Generalitat ya hacía ostentación de su precariedad económica, Òmnium fue agraciada con una subvención de 1,4 millones. Por su parte, Plataforma per la LlenguaCol. lectiu recibió el año pasado 419.000 euros del departamento de Presidencia de la Generalitat y 129.000 de Bienestar y Familia. En su página web, esta plataforma se ofrece como intermediaria para canalizar las quejas lingüísticas del ciudadanos, entre ellas la no rotulación en catalán de los comercios. La lista de entidades censadas es muy amplia e incluye, entre otras, la Associació per a la Difusió del Folklore o Plataforma Sobirania i Progrés. Las ayudas de Mas se extienden más allá de las fronteras catalanas, pues el área de Presidencia de la Generalitat catalana ha concedido a nueve entidades radicadas en la Comunitat Valenciana 1,1 millones de euros en subvenciones y transferencias «fuera de concurrencia pública» para promocionar el catalán en Castellón, Alicante y Valencia.
ABC 09/12/12