EL MUNDO 04/10/16
LUIS MARÍA ANSON
«PARA la estabilidad de España –solía decir Don Juan de Borbón cuando se apagaba ya su vida de servicio al pueblo español– es imprescindible que se mantenga, en el Gobierno como ahora o en la oposición, un PSOE moderado que defienda la Constitución e impulse una política similar a la que hacen los partidos socialistas europeos». En los últimos años de Franco se veía claro que era imprescindible organizar la moderación. Frente al extremismo derechista entonces en el poder y el extremismo izquierdista que acechaba en oscuras instancias, la Transición se organizó sobre el centro derecha y el centro izquierda. Se demostró en las urnas que ambos sectores sumaban más del 80% de los votos. Sobre ellos se construyó la España democrática de las discrepancias y también el Pacto de Estado de las coincidencias. En materia de terrorismo, territorialidad, unidad nacional, alta política internacional, los partidos que representaban al centro derecha y al centro izquierda acordaron decidir en común. Suárez, Calvo-Sotelo, González y Aznar respetaron aquel pacto. Zapatero lo envío al desván de la Historia y ahí comenzó a descoyuntarse la arquitectura política de la Transición.