EL MUNDO 14/04/14
· El rechazo del Congreso a la consulta soberanista mejora la prima de riesgo catalana
· El diferencial de los bonos catalanes con los de España, en mínimos tras el voto del martes
El rechazo de los dos grandes partidos y hasta el 85% del Parlamento al plan de Artur Mas ha contribuido a abaratar de forma récord la financiación de Cataluña. La prima de riesgo catalana se equipara prácticamente a la de España por primera vez desde que estalló la espiral soberanista.
Así se desprende de comparar la cotización de los bonos de la Generalitat en los últimos días con los del Reino de España. El momento en que menos prima de riesgo han exigido los inversores a Artur Mas por comprar su bono a 10 años en vez del español ha sido precisamente a partir del pasado día 9, un día después del voto en el Congreso de los Diputados, según puede comprobarse en las pantallas de Bloomberg.
El diferencial se ha ido acortando en los últimos meses a medida que el Gobierno convencía a los inversores de que no iba a haber secesión, pero está ahora en mínimos. Frente a los más de 600 puntos básicos de 2012, los 330 de hace un año o los 250 puntos básicos de hace seis meses, ahora hay prácticamente equiparación en torno al 3,1% que se exige actualmente como retribución al Reino de España. Los inversores entienden que no hay riesgo añadido significativo en comprar deuda catalana con respecto a la española. Esta situación coincide con la corriente generalizada de confianza en los mercados que también ha abaratado la financiación de España o Italia.
La comparación no es fácil, porque Cataluña no emite desde que está rescatada para ahorrarse prima de riesgo, pero si se toma la emisión aún viva de 1.000 millones de la Generalitat con vencimiento el febrero de 2020, según con que bono del Reino de España se compare el diferencial es ya sólo de 117 puntos básicos, según Bloomberg, o incluso positivo en 4 puntos básicos a favor de la Generalitat catalana por el juego técnico de los mercados de renta fija. Esta equiparación contrasta con que la calificación de solvencia de Cataluña permanece en bono basura, un nivel al que nunca ha caído el Reino de España en esta crisis.
Niveles de 2012
«La prima de riesgo que paga Cataluña por sus bonos se ha situado en mínimos desde 2012 después del voto parlamentario», informa la propia agencia Bloomberg tras recopilar datos en la última semana. En septiembre de 2012 arrancó la actual espiral secesionista tras la Diada y la fracasada reunión de Artur Mas con Mariano Rajoy en la Moncloa.
Cuanto más se aleja la posibilidad de secesión de Cataluña, más barata es su financiación y, probablemente, también la del Estado en su conjunto, puesto que la comunidad catalana es clave para la economía española. «El voto en el Parlamento es positivo, aunque no deja de ser un acontecimiento obvio; hace meses que el Gobierno español anunció que un referéndum sobre la independencia es inconstitucional», afirma a EL MUNDO desde Nueva York el estratega de renta fija de Commerzbank, David Schnautz. Está siguiendo la evolución de los bonos de Quebec en Canadá y de Escocia en Reino Unido por lo que puedan significar de premonitorios para Cataluña y, en su opinión, «está quedando claro que los inversores en bonos no quieren incertidumbres ni cambios».
«El tamaño de un emisor de deuda cuenta mucho para los inversores y aunque es posible que Cataluña evolucionara mejor que la media de otras regiones del Estado, afrontaría peor las crisis fuera de España».
El último cambio de calificación de Cataluña se produjo el 28 de febrero. Moody’s mantuvo en bono basura a la Generalitat, con nota de Ba2. Lo elevó un escalón desde Ba3, «por la mejora de la economía española», pero, en un informe que no llegó a distribuir a la prensa y al que ha tenido acceso este diario, resalta que Cataluña se encuentra «en la zona más baja de todos los ratings asignados a las regiones españolas». No se adentra en razones políticas pero sí en datos matemáticos: «Cataluña registra niveles de deuda mayores que el resto de comunidades españolas y una gran acumulación de obligaciones de pago a proveedores», señala el documento.
No obstante, lo colocó con perspectiva positiva por su vinculación a España. «Creemos que las perspectivas a medio plazo de la economía española se traducirán en más recaudación y crecientes transferencias a las comunidades, ayudándolas a reequilibrar sus presupuestos. Además, creemos que el Gobierno de España continuará proporcionando liquidez a través del Fondo de Liquidez Autonómica para garantizar que cubren sus obligaciones financieras tanto como persistan las tensiones presupuestarias en las comunidades».
Moody’s y Standard&Poor’s coinciden en que sin la protección del Estado a la financiación de Cataluña, la calificación de solvencia de la Generalitat sería aún peor.
Deuda al alza
Su deuda neta directa e indirecta no ha dejado de crecer y alcanza ya el 270% de sus ingresos operativos, el triple que en 2008, según el informe de Moody’s. La Generalitat es el principal beneficiario del FLA y el Mecanismo de Proveedores con más de 25.600 millones, muy por encima del resto de comunidades, según los datos publicados por Hacienda el pasado viernes. Fuentes del Ministerio señalan la mejora de las condiciones de financiación del Estado y de las CCAA son generalizadas por la mejora en la lucha contra el déficit y la elevada liquidez que existe en los mercados internacionales, lo que también ha favorecido la positiva evolución de la deuda catalana.
«En Cataluña hay incertidumbres adicionales. La opinión predominante en el mercado es que Cataluña no sería parte de la UE tras una eventual secesión y no sería elegible como país de la Eurozona. Sin el euro como su moneda, los bancos no podrán utilizar los bonos catalanes para financiarse en el BCE», señala el analista de Commerzbank.
A su juicio, Cataluña debería asumir la parte de deuda del Estado que le corresponde, pero su moneda propia sería mucho más débil que el euro y los inversores que se encontraran con la deuda catalana redenominada en otra divisa venderían inmediatamente. «El coste de financiación de Cataluña sería muy elevado, incrementando su riesgo de impago».
«Cataluña afrontaría las crisis peor sola»
> Tamaño. El estratega de renta fija de Commerzbank, David Schnautz, afirma que «el tamaño cuenta. Aunque es posible que Cataluña evolucionaría mejor que la media de otras regiones del Estado, afrontaría peor las crisis fuera de España».
> Fuera del euro. «La opinión predominante es que Cataluña quedaría fuera de la UE y no sería elegible para entrar en el euro. Su moneda sería mucho más débil y el coste de financiación sería muy elevado, incrementando su riesgo de impago», agrega Schnautz.
> Sin experiencia en el mercado. «Otro problema es que los inversores no instalados en Cataluña tendría que introducir sus bonos en su ámbito de inversión, lo que sería un proceso muy lento y muy difícil para un emisor que no forma parte del euro».