TEODORO LEÓN GROSS-ABC

  • Es un clásico, como alegrarse por la muerte de un torero o de un empresario

En Podemos sostienen que lo suyo no es odio a Israel sino compromiso con los derechos humanos. En esto hay un examen muy sencillo: ¿Alguien ha visto a Podemos preocuparse por los derechos humanos en Cuba, donde se han conculcado con ferocidad durante décadas? ¿Y en Rusia? ¿En China? ¿Los han visto preocuparse por los derechos humanos en la Venezuela de Chávez y Maduro? ¿Al menos en el Irán de los ayatolás donde han masacrado a mujeres y jóvenes? ¿Yemen? Pues la regla de tres es muy sencilla: si sólo te preocupan los derechos humanos de Israel, es que no te preocupan los derechos humanos sino Israel. Todos esos otros países encabezan el ranking de ‘The Fund for Peace’, con las máximas calificaciones contra los derechos humanos, rozando el 10 sobre 10. Pero en Podemos sólo hay máxima preocupación por Israel.

Seguir el rastro moral de la líder de Podemos desde los atentados de Hamás es más fácil que las pistas infantiles de Hansel y Gretel. Ione Belarra ha dejado huella tras huella. El primer día era preocupación abstracta por el conflicto, no por las víctimas; después, temor a una «escalada de violencia»; alto el fuego; denuncia y dolor por Gaza; Israel contra los derechos humanos; ‘manifas’ pro-palestinas; ‘apartheid’ sionista; RT a un representante palestino que se niega a condenar a Hamás en BBC; Israel genocida, Israel criminales de guerra… ni una sola vez empatía o condolencia por las víctimas de Hamás, sólo por las palestinas. Nada nuevo en Podemos; casi un clásico: como alegrarse por la muerte de un torero o de un empresario de éxito. Obviamente no han aplaudido los atentados contra Israel, pero han callado sobre algo ante lo que no cabe callar. Y quien calla, claro está, otorga.

La continuidad de Podemos en el Gobierno, que ya superó la ‘ley del sólo sí es sí’, evidencia el desdén del presidente por todo esto. Sánchez se da golpes de pecho con declaraciones obvias, sí, pero son ministros suyos. Y aunque en un Gobierno de coalición haya diferencias lógicas, esto es algo más que un sapo. Va de suyo que hay que condenar también los ataques indiscriminados de Israel contra civiles y la situación terrible en Gaza… pero si no condenas más de mil crímenes atroces de Hamás, lo demás es hipocresía sectaria. En fin, puro sanchismo: manejar el Gobierno sin que tu mano derecha sepa lo que hace tu mano izquierda. Podemos o Sumar han actuado así con Ucrania, con Marruecos, con… pero Sánchez, que es un tahúr, va a dos barajas, confiando en sus faroles. Claro que al final no cuela. Basta constatar dos obviedades: todo lo rápido que contraatacó duramente a la embajada de Israel, es siempre mirar para otro lado cuando se trata de Marruecos o los ‘indepes’ denigrando a las instituciones españolas en instancias internacionales; y por otro lado, la línea editorial del sanchismo mediático ha sido básicamente la línea de Podemos. En fin, llámalo derechos humanos, pero es odio a Israel, antisemitismo. Blanco y en botella.