Ramón Gorriarán, DIARIO VASCO, 4/12/11
La tercera opción para optar a la Secretaría General entra en vía muerta. Los socialistas no tienen banquillo para organizar una candidatura alternativa a las de Rubalcaba y Chacón
Los dirigentes del PSOE se jactaban no hace mucho de tener un banquillo más que potente de aspirantes a la Secretaría General del partido. A la vista de los hechos parece que no era para tanto porque ninguno ha dado el paso adelante para medirse con Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón.
Ni Eduardo Madina ni Ramón Jáuregui ni Emiliano García-Page ni Juan Fernando López Aguilar. Nadie quiere ser candidato a liderar el PSOE. El nombre que con mayor insistencia suena es el del diputado por Bizkaia, pero Madina dice que ni quiere ni se siente preparado para dar el salto y desmiente que haya recibido una oferta para hacer de número dos de Rubalcaba. Avisa, además de que no tomará partido por ninguna de las dos candidaturas si se formalizan.
Esta resistencia a respaldar a alguno de los dos presumibles aspirantes gana enteros en las filas socialistas según pasan los días. Hay un extendido deseo de renovación que el exvicepresidente y la ministra de Defensa no encarnan, a juicio de muchos dirigentes del partido. «Rubalcaba es cualquier cosa menos aire fresco», comenta un diputado recién elegido. Chacón, a su vez, es vista por un amplio sector el PSOE como una exponente más de un ‘zapaterismo’ sin futuro. La tercera vía, por tanto, suma adeptos aunque sigue sin cabeza visible. Es una amalgama de intereses, a veces contrapuestos, que no sabe bien lo que quiere, pero sí sabe lo que no quiere.
Los presuntos candidatos, entretanto, callan. Rubalcaba, dicen en su entorno, habla con mucha gente, pero no va a hacer pública su decisión hasta que pase la sesión de investidura. De momento, sopesa pros y contras, conversa con unos y otros, y, sobre todo, prepara la investidura, donde se volverá a medir con Rajoy, esta vez en la tribuna del Congreso. Quiere «lucirse», dicen sus colaboradores, porque sabe que ese debate puede ser una gran plataforma de lanzamiento de su candidatura si es que da el paso. Algo que cada día se pone más en duda entre los socialistas.
Hasta enero
Chacón, por su parte, va a aguardar al congreso del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) antes de anunciar sus intenciones. Entre los que impulsan su candidatura se asegura que ya tiene tomada la decisión de optar a la Secretaría General, pero otras fuentes socialistas afirman que todo dependerá de lo que pase en el cónclave del PSC que se celebrará entre el 16 y el 18 de este mes. Si se impone la línea más catalanista, partidaria de tener un grupo propio en el Congreso y de sumarse a las demandas de pacto fiscal de los nacionalistas, Chacón quedaría en pésima posición para disputar el liderazgo del PSOE. Daría la razón a los que, como Alfonso Guerra, han recordado estos días que el PSC no es el PSOE y por tanto sus miembros no pueden dirigir el socialismo español.
En todo caso, la tesis que más se afianza entre los socialistas es que hasta enero no empezará la competencia por la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del partido. Autodescartado Madina, aunque algunos sostienen que la última palabra no está dicha, las demás opciones tampoco tienen visos de materializarse. Jáuregui ha dicho por activa y por pasiva que quiere pasar a «un segundo plano» de la política. Muchos, sin embargo, han vuelto sus ojos hacia el ministro de la Presidencia, el político mejor valorado en el PSOE junto a Rubalcaba.
El alcalde toledano es, según varias fuentes socialistas, una apuesta de José Bono para hacerse con las riendas del partido en Castilla-La Mancha, y nunca fue una alternativa seria para la dirección del PSOE. García-Page tendría, en todo caso, la mácula de su padrinazgo, una señal que cierra muchas puertas entre los socialistas. López Aguilar ha desmentido que esté en la carrera, es más ha dado muestras de que su apoyo será para la ministra de Defensa.
Ramón Gorriarán, DIARIO VASCO, 4/12/11