EL MUNDO 24/05/2013
· Sánchez-Camacho podría llevar a su hijo a un centro privado a cuenta de la ‘ley Wert’.
El Parlament rechazó ayer suprimir el modelo de inmersión lingüística imperante en todos los centros educativos catalanes. El PP y Ciutadans se encontraron de nuevo con la oposición en bloque del resto de grupos cuando pidieron que la Generalitat acate las últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y garantice que haya dos lenguas vehiculares en las aulas.
La diputada popular María José García Cuevas instó al Ejecutivo catalán a «cumplir la ley», en referencia a las medidas cautelares decretadas recientemente por el TSJC para implantar un sistema bilingüe, y en paralelo exigió la retirada del artículo de la Ley de Educación de Cataluña que establece como alternativa para los padres de los niños que prefieran las clases en castellano una «atención individualizada» en los primeros cursos. La diputada comparó incluso a esos padres que discrepan del modelo de inmersión lingüística con Rosa Parks, la activista contra la segregación racial norteamericana. «Es un abuso de poder indignante contra menores de edad», resumió.
Ciutadans se apoyó en argumentos parecidos, y atacó al presidente de la Generalitat, Artur Mas, por haber convocado una cumbre en defensa de la inmersión. «Nos gustaría que se hiciera otra reunión que sirviera para hablar del cierre de escuelas, del abandono escolar, de las becas comedor…», dijo el diputado Carlos Carrizosa.
Añadió que uno de los argumentos más habituales de quienes defienden la inmersión, el de que los niños catalanes tienen un nivel de castellano igual o superior al de otras comunidades, no se sostiene, porque «no hacen las mismas pruebas que los niños burgaleses, vallisoletanos o sevillanos y, por tanto, no se pueden equiparar» los conocimientos.
CiU, PSC, ERC, ICV y las CUP ofrecieron los razonamientos habituales en defensa del modelo vigente, que instaura el catalán como única lengua vehicular de la enseñanza. Los socialistas apelaron a la cohesión. «Cataluña, un solo pueblo», dijo la diputada Rocío Martínez-Sampere para rechazar la segregación por idioma.
David Fernàndez (CUP) fue más lejos e hizo una bola de papel con la última sentencia del TSJC. «Sí, la inmersión es un acto de desobediencia», dijo, comparándolo con la insumisión al servicio militar que él mismo practicó.
Pocas horas antes, en un programa de TV3, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, había dicho que estudiará que su hijo se acoja al punto de la ley Wert que permitirá a los padres que prefieran un sistema trilingüe optar por un centro privado a cuenta de la Generalitat. «Es posible que lo pueda solicitar», afirmó Sánchez-Camacho.
EL MUNDO 24/05/2013