La percha de Blesa

SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 24/05/2013

· Las grandes crisis económicas son la hora estelar de la Justicia. Recuerdo que en la anterior, hace ya 20 años, me presentaron en un sarao a un banquero, que no bancario. «Actividades financieras», dijo lacónicamente su acompañante, para presentárnoslo a Luciano Rincón y a mí. El gran Luciano se incorporó mientras le tendía su mano y preguntaba cortésmente: «¿Y en qué sumario?».

20 años después hay más sumarios y más juzgados. El asunto está adquiriendo tal complejidad que los medios se están especializando. Un diario nacional recoge las noticias de corrupción bajo el cintillo: «Los escándalos que afectan al PP». El juez Ruz va citando sin prisas y sin pausas a los perceptores de dineros, según lo que parece la contabilidad de Bárcenas: García-Escudero, Nasarre, el ya condenado Matas, Del Burgo y lo que te rondaré.

Ayer volvió a ser noticia Miguel Blesa. No sé, ni puedo saberlo aún, si Blesa merece ir a la cárcel, aunque no por las pintorescas razones que el juez Silva Pacheco escribió en su auto al dictar la prisión provisional. Un diario digital publicó que Blesa recibió 600.000 euros del PP mientras presidía Caja Madrid. La idea de que un hombre que percibe por su trabajo una media de tres millones anuales por presidir una entidad de ahorro cobre un sobresueldo del partido que lo ha colocado en ese momio debería bastar para desmentir que la política está mal pagada.

El PP y el interesado han desmentido: el único pago que recibió Blesa fue de 9.000 euros en concepto de asesoría, y eso fue dos años antes de llegar a Caja Madrid. ¿Por qué un partido necesita contratar asesorías externas? No parece que Gramsci, al definir al partido como «intelectual orgánico», se estuviera refiriendo al PP.

Lo que pasó fue que el nombre de Blesa y su factura de 1994 se quedaron en la contabilidad como un apunte al que se le fueron añadiendo los saldos de otros proveedores de toda España cuyas facturas suman la cantidad citada. Y así ha estado durante años. «Escándalo espectacular», ha dictaminado el socialista Hernando. El asunto, sin embargo, era tan extravagante que predisponía a la credulidad. Por otra parte, no es bueno acelerarse, ¿a qué las prisas? El juez investigará el asunto, tomará declaraciones y, al final, sabremos con todos los detalles quiénes eran los proveedores colgados de la percha Blesa. No iba a ser ésta la única materia que no se filtra en la Audiencia Nacional desde que oficiaba en el número 5 Garzón.

La explicación con la que el PP amplió su insuficiente nota de prensa es razonable. En el número del apunte, 410.069, el código 410 corresponde a proveedores varios. Es decir, que en 1994 a Blesa le correspondió el número 69 (dicho sea sin señalar) de los proveedores de Madrid. Como era el primero, a su apunte se fueron sumando los proveedores que hacían el número 69 en todas las provincias de España. La suma de todos ellos arroja los 600.000 euros que se han querido ver en los bolsillos de Blesa. A cada cual lo suyo.

SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 24/05/2013