IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

La economía española tiene muchos problemas, pero convendrá conmigo en que uno de los más peligrosos es su incapacidad para crear empleo en la medida en la que lo necesitamos. En tiempos de crisis o de bonanza nuestras cifras de paro son intolerables y duplican las obtenidas por nuestros vecinos. ¿A qué se debe esto? Pues el asunto es complejo, pero hoy le voy a dar una explicación parcial de esta especie de maldición que, sin embargo, no lo es pues no podemos echarle la culpa ni al destino ni a los odiosos liberales; ni siquiera a los malvados empresarios. Una lástima, pero es así. Los culpables somos todos, que hemos colaborado en este desaguisado.

El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar los resultados de la Encuesta Anual de Coste Laboral del año 2019. En ella se ven cosas como que el coste laboral por trabajador fue de 31.834 euros, un 2,3% más que el año anterior, y el salario bruto de 23.450,25 euros. La diferencia, ya sabe, se debe a los ‘conceptos olvidados’, entre los que destacan las cotizaciones sociales.

Eso es muy interesante, pero hoy quería hablarle del reparto por deciles entre el sector público y el privado. La encuesta da todos, pero me quedo con los extremos. En el decil que menos gana -hasta los 748€-, se encuentra el 11,9% de los trabajadores ocupados en el privado, pero solo el 2,1% de los públicos. El otro extremo -salarios mayores de 4.441,9€-, acoge solo al 7,8% de los privados, pero al 19,2% de los que han ido a ocuparse en lo público.

Esta diferencia de salarios no es lo único a considerar. ¿Cómo valoramos la seguridad en el empleo? ¿Cómo valoramos el hecho -a mí me parece increíble- de que hayamos tenido durante la pandemia a varios millones de españoles despedidos o pendientes de un ERTE incierto y ni un solo funcionario público conozca tan desagradable experiencia? ¿Cómo valoramos el hecho de que, antes de ver el resultado del año, los públicos tengan asegurada una subida del 0,9% y los privados estén al albur de los convenios que negociarán en un ambiente de ruina y miedo?

Hay más, ya sabe que en el sector público, esta vez en el vasco, se trabajan 1.564 horas al año, mientras que la jornada pactada en los convenios privados vigentes es de 1.706 horas en el País Vasco y de 1.751 en el conjunto de España.

Me queda una pregunta ingenua. ¿Conoce a alguien tan despistado y bobo como para irse a trabajar a lo privado pudiendo cobijarse en los Presupuestos Generales? Yo sí, yo mismo, pero le acepto que somos personas muy raras. Ahora, mire las estadísticas de creación de empresas. ¿A que lo ve todo más claro?