EL CORREO 26/08/13
ENTREVISTA LEOPOLDO BARREDA
Barreda reclama «colaboración» al Gobierno vasco y «no aventuras» soberanistas para salir del «bloqueo»
Mano tendida, pero no para «aventuras». El portavoz adjunto del PP en el Congreso mantiene la apuesta de su partido por la búsqueda del encuentro con el PNV, aunque advierte que el nuevo estatus político que defiende el Gobierno de Iñigo Urkullu puede traer «división» social e «incertidumbre» en la economía. El diputado vizcaíno Leopoldo Barreda de los Ríos (Bilbao, 1960) subraya que «los planteamientos independentistas» solo beneficiarán «a los más radicales». «Ya vimos en Cataluña a quien engordó», advierte sobre el arreón electoral de ERC tras el órdago soberanista de CiU, desinflado en las urnas. Barreda llega a la entrevista con un pañuelo de las fiestas al cuello, celebrada en la recta final de la Aste Nagusia bilbaína.
– ¿Le da miedo lo que pueda salir de los ordenadores de Bárcenas que ha entregado el PP al juez Ruz?
– Nosotros no tenemos temores. La Justicia está investigando el origen de la fortuna inexplicable del señor que está en la cárcel de Soto del Real y el PP está colaborando con la Justicia. Los papeles de Bárcenas son de Bárcenas, no del PP. Lo que pedimos es que la investigación avance y resuelva cuanto antes. Estamos muy tranquilos. Este es un partido honrado.
– PSOE, IU y UPyD han llegado a acusar a Rajoy de «mentir» en su comparecencia parlamentaria, especialmente en la duración de la relación laboral del extesorero con el PP y en el intercambio de ‘sms’, prolongados incluso hasta después de conocerse sus cuentas en Suiza. ¿El cerco se estrecha?
– El PSOE lleva desde febrero pidiendo la dimisión del presidente del Gobierno. Está instalado en ese discurso y no quiere escuchar las explicaciones. Ya vimos lo que sucedió el 1 de agosto (fecha de la comparecencia de Rajoy). Los socialistas fueron a derribar un Gobierno y salieron de ese debate con una crisis interna. Nosotros mantenemos la confianza en el presidente del Gobierno. Otros prefieren hacerlo en un señor que está en Soto del Real, que ha engañado a su partido, al juez y a sus abogados. Es verdad que un abogado hizo declaraciones con el tema de Cospedal, pero fueron desmentidas por otros letrados presentes.
– ¿Se refiere a la declaración en la que la secretaria general desveló que Rajoy y Javier Arenas pactaron la salida de Bárcenas?
– Eso lo ha contado un letrado de parte, de una fuerza política personada en la causa. No es información; es opinión. Otros han decidido ser mensajeros de alguien que está en la cárcel.
Mayores controles
– En todo caso, ¿cuál es la mayor lección que su partido puede sacar de este escándalo?
– Cada persona ha respondido de sus responsabilidades estatutarias. La función de control corresponde al tesorero. Pero, a día de hoy, hablamos de pura especulación periodística, de investigación judicial, sin hechos determinados aún. Es evidente que de todo se aprende. Lo que haya que mejorar, este partido lo hará. La legislación ha ido evolucionando. Los controles son mucho mayores; también la financiación de los partidos. El Gobierno del PP ha dado un impulso a todo esto, como ha pasado con la ley de transparencia. Pero quien ha actuado presuntamente de forma irregular ha sido Bárcenas.
– Usted, que lleva más de media vida en el PP vasco –de hecho, fue uno de sus pioneros como cargo público–, siempre ha negado las acusaciones de Bárcenas en el tema de las supuestas donaciones opacas. ¿Puede aclarar cómo ha gestionado esas aportaciones legales su partido en Euskadi?
– Pues como en cualquier otro lugar de España. De acuerdo a la legalidad, aunque en nuestro caso ha sido minúsculo. Las donaciones han sido testimoniales. Siempre hemos dependido del apoyo de la organización nacional para completar su financiación.
– ¿No había donaciones de empresas? Sería comprensible, porque en la época cuestionada por Bárcenas (1999-2005) se produjo una ola de solidaridad frente a los atentados de ETA.
– Siempre testimoniales. Vamos a ver. Todo eso fue un llamamiento nacional que se hizo, muy incidental, porque después se acudió a un sistema de seguridad, de cobertura, de escoltas a cargos públicos acordada por los gobiernos central y vasco. Desconozco los efectos reales en la financiación de aquel llamamiento.
–En algunos círculos políticos se interpreta que el PP trata de tapar el ‘caso Bárcenas’ con el conflicto con Gibraltar e, incluso, con la suspensión de la txupinera de Bilbao.
– Es absurdo pensar que el PP controla a Picardo (ministro principal del Peñón) o a las comparsas de Bilbao. La actualidad pone sobre el tapete otros asuntos. No hay nada que tapar.
– ¿Considera que la txupinera, en sus actitudes públicas, ha humillado a las víctimas?
– Los tribunales han entendido que su elección constituye una violación de la ley de víctimas. – De forma cautelar. – Son decisiones cautelares que el Ayuntamiento de Bilbao no ha tenido voluntad de respetar. Todo esto es una vergüenza para los bilbaínos. El Ayuntamiento no ha sido capaz de garantizar unas fiestas plurales y para todos, lo que ha permitido a Bildu-Batasuna apropiarse una vez más de la simbología de las fiestas. Lo que hay que hacer es cambiar el modelo de gestión. No entiendo el protagonismo de las comparsas por encima de otros colectivos, como los hosteleros.
– ¿La sucesión de recursos de Urquijo ha colocado al PP en una posición incómoda, al haber puesto en el escaparate las reivindicaciones recurrentes de la izquierda abertzale?
– Han terminado por poner en evidencia la actuación de Bildu-Batasuna en beneficio de quienes no son demócratas y están encarcelados por sus crímenes. Ha puesto en evidencia al PNV, plegado una vez más a Batasuna. Politiza quien elige a una txupinera por ser portavoz de Etxerat, no quien denuncia lo que supone de violación de la legalidad democrática. El equipo de Azkuna ha sido incapaz de plantar cara. El diputado popular dice no temer las revelaciones de Bárcenas.
«Sin terrorismo podemos vivir y hacer política con más tranquilidad. Pero falta un trecho para hablar de normalidad en Euskadi»
Retos del curso
– Acaba la Aste Nagusia y se acerca septiembre. ¿Cuáles son los principales retos del PP al retomar el curso político?
– Estamos ante un Gobierno vasco paralizado, bloqueado. No por estar en minoría, sino porque carece de impulso político. Y se nos anuncia que Urkullu se va adentrar en ese terreno del independentismo, al servicio de los más radicales. Si ocurre eso, será lo contrario a lo que necesita el país. Euskadi necesita estabilidad, confianza, pactos, crecimiento económico… Eso demanda la sociedad vasca. Este plan de Urkullu va en la dirección contraria y sólo provocará división e incertidumbre. Los planteamientos independentistas del PNV van a poner el debate político en el terreno de los más radicales, al servicio de los más radicales, como ya hemos visto en Cataluña. O como pasó con Ibarretxe. Ya vimos a quién engordó.
– ¿Se verá afectada la relación con el PP vasco y con Rajoy?
– Lo deseable es que el PNV actúe con responsabilidad política, como partido de Gobierno, para aportar soluciones a los problemas; no para agravarlos. Se trata de sacar a Euskadi y al conjunto de España de la crisis económica. Le pido colaboración, no aventuras.
– ¿Qué espera de la próxima Diada, después del multitudinario precedente de 2012 que ha dado lugar al llamado órdago soberanista catalán?
– Artur Mas está en una permanente huida hacia adelante, en la ignorancia de la realidad de Cataluña. No se puede estar pidiendo dinero a Madrid con una mano y reclamando la independencia con la otra.
– Arantza Quiroga abrirá el curso del PP vasco en la Euskal Etxea de Barcelona tras la Diada. ¿Qué le parece?
– Se le cursó una invitación y la aceptó. Confirma la voluntad clara del PP vasco de no renunciar a un papel protagonista en la escena y de hacer visible el pluralismo político mientras se planteen debates en términos democráticos. Arantza aporta claridad de ideas y compromiso con los ciudadanos.
– Insiste en el pacto a tres en Euskadi. Sin embargo, PNV y PSE enfilan la recta final de un posible pacto fiscal. ¿Se siente el PP el convidado de piedra en esta mesa?
– La cuestión es saber lo que es útil y eficaz para retomar la senda del crecimiento. Debemos hacerlo cuanto antes y eso significa que hay que garantizar la aprobación de medidas en el Parlamento vasco y las Juntas Generales. Y eso sólo se puede asegurar con un pacto a tres, no con pactos que se impongan en un sitio o en otro. Me preocupa porque los últimos acuerdos entre el PNV y los socialistas, en la época de Zapatero, ahondaron la crisis. Lo deseable es un acuerdo amplio.
– El PNV reitera que el Gobierno de Rajoy debe tomar la iniciativa para consolidar el final de ETA. ¿A qué espera Interior, que parece que ni apuesta ya por la ‘vía Nanclares’?
– El Ministerio y Rajoy están siendo muy claros. ETA no puede esperar nada del Gobierno. Lo único que esperamos los demócratas es su disolución incondicional. No hay pasos ni negociación. Es renuncia definitiva y clara.
– ¿Qué le parece la ‘solución vasca’ que plantea el PNV para facilitar el desarme de ETA?
– Pueden entregar las armas cuando quieran. Y pueden anunciar dónde están. Quien tiene que responder de su actuación es ETA. Yo planteo soluciones democráticas. Este Gobierno no se va a dejar enredar por propagandas.
– Tras el cese del terrorismo, que va camino de dos años, ¿cómo ha cambiado su vida?
– Afortunadamente, podemos vivir y hacer política con más tranquilidad. Pero sabiendo que todavía falta un trecho para poder hablar de normalidad democrática en el País Vasco.
– ¿Cambia mucho su vida cuando está en Madrid a cuando está en Bilbao?
– Vivir media semana en un sitio y media en otro tiene su complicación. Para mí, el clima de Madrid, con esos calores, es muy incómodo además. En todo caso, ya estoy aclimatado.