El PNV se marcó ya hace tiempo como línea estratégica de campaña para estos comicios situar a socialistas y populares como un todo, pese a que su pacto se limite al Gobierno y no se vaya extender automáticamente al conjunto de las instituciones que se dilucidan en mayo, y mantiene esa línea sin variaciones aun con la presencia de un nuevo actor, y además nacionalista, sobre el tablero: Bildu.
Y no solo eso, sino que incluso los peneuvistas han elevado el tono de sus increpaciones al «pacto PSE-PP», como se puede apreciar haciendo un repaso de varias de las intervenciones de ayer, primer sábado de campaña, de algunos de sus principales dirigentes y candidatos.
Iñigo Urkullu, jefe de filas peneuvista, marcó la pauta, y no por casualidad, en Getxo, junto a Vitoria la principal apuesta local del PP en estos comicios, pero donde para gobernar precisará del concurso de los socialistas. Urkullu pasó prácticamente por alto la concurrencia de Bildu -y sus alusiones estuvieron también teñidas de críticas a sus dos rivales por querer «condicionar el mapa político» vasco- y se empleó a fondo contra un pacto que es «el pasado», frente al «futuro» que representa los peneuvistas. Un pacto PSE-PP, sin propuestas contra el paro frente a la «política económica firme y rigurosa» peneuvista. Un pacto «sin ilusión», en resumen, en cuyas manos no se pueden dejar los territorios ni los municipios.
Pero mucho más duro se mostró el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, uno de los principales látigos peneuvistas al Ejecutivo a lo largo de estos dos años. Recuperando descalificaciones de la primera hoara del cambio, Bilbao sostuvo: «Este país no se merece el Gobierno que tiene, no se merece los dos años negros que nos han dado». Y remató asegurando que solo hay dos formas de gobernar: la de su partido son «bolsillos de cristal» y la de «PP-PSOE», ya conocida gracias a los «dos años de destrucción que acumula» el Gobierno.
Y la consigna se extiende casi en cada acto peneuvista. Markel Olano, candidato a la reelección como diputado general guipucoano, y uno de los principales afectados potenciales por la llegada de Bildu, en San Sebastián: el PNV es la «alternativa útil» capaz de «frenar el frente formado por PSE-PP, aglutinar al nacionalismo y gestionar con eficacia nuestras instituciones». Y su homólogo alavés, Xabier Agirre, prefería en Vitoria centrarse en el medio ambiente y dejar el ácido para el presidente del partido en Álava, Iñaki Gerenabarrena, quien pidió a los votantes que «manden a los gobiernos del PP-PSOE a sus casas».
El «ejemplo de comportamiento» del PP
El PP vasco, con su presidente, Antonio Basagoiti, a la cabeza quiere pasar cuanto antes la página de la presencia de Bildu en los comicios y centrarse en una campaña basada en la crisis y el paro. Con todo, los populares no pueden obviar las presiones de los sectores más a la derecha del partido, incluidas voces vascas como las de Jaime Mayor y Carlos Iturgaiz, y de algunos medios de comunicación. Así, Basagoiti volvió a referirse ayer en un mitin en San Sebastián en términos críticos a la sentencia del Constitucional. Pero, a la vez, recalcó que su formación va a ser «un ejemplo de comportamiento democrático» en el acatamiento al fallo judicial. E instó varias veces a los suyos a trabajar y «dejarlo todo» en una campaña en la que la presencia de Bildu ya es invitable.
El líder del PP vasco reprochó a la sentencia del alto tribunal, aprobada por «seis jueces nombrados por el PSOE», desandar «mucho del camino» recorrido en los dos últimos años, los del pacto de su partido con el PSE de Patxi López. El fallo además, devuelve protagonismo a quienes «ni siquiera han dado garantías para plantarse» ante ETA. La decisión del máximo intér`prete de la Carta Magna no contribuye a generar «normalidad» ni «tranquilidad», sostuvo Basagoiti, para añadir que piensa que muchos vascos coinciden en esa apreciación. Pero todas las incertidumbres, desconfianzas y dudas que, en sus palabras, el tribunal ha introducido no van a modificar, enfatizó, el objetivo del PP de acabar con el terrorismo.
Y para ese objetivo, los dirigentes del PP vasco creen fundamental mantener, pese a la situación más difícil en que les coloca la presencia de Bildu, el pacto por el que respaldan al Gobierno de Patxi López.
LAS FRASES DE LA CAMPAÑA
– PNV. El candidato a la alcaldía donostiarra, Eneko Goia, indicó: «Debemos cambiar de raíz el modelo de el modelo de gestión municipal. Donostia ocupa el número 92 en el Índice Municipal de Transparencia, por detrás de municipios como Marbella».
– PSE. El aspirante a la Diputación de Guipúzcoa, Miguel Buen, aseguró: «Me he comprometido a elaborar un plan para luchar contra el desempleo con todos los agentes sociales e institucionales». El alcalde de Vitoria y candidato a la reelección, Patxi Lazcoz, resaltó: «El Casco Antiguo es el barrio donde mejor se entiende el proyecto del Gobierno socialista».
– PP. La candidata a la alcaldía de Bilbao, Cristina Ruiz, volvió a insistir en que su partido «será más exigente la concesión de ayudas sociales». Proponemos que haya que llevar cinco años empadronado para acceder a las mismas», dijo.
– Aralar. La parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, remarcó que «los que han
tenido prácticas antidemocráticas deben hacer autocrítica y comprometerse a cambiar de actitud».
– EB. «La Diputación se debe comprometer con la margen izquierda para posibilitar rehabilitar enclaves urbanos y promover parques tecnológicos», apuntó la candidata a la Diputación de Vizcaya, Julia Madrazo.
– UPyD. El parlamentario Gorka Maneiro cree que «para impulsar la democracia hay que acabar con la corrupción, aumentar el control sobre el dinero público y acabar con el amiguismo.
– Bildu. El candidato a la alcaldía de Bilbao, Txema Azkuenaga, aseveró: «Hemos hecho un ejercicio de complicidad política y democrática para conseguir que Euskadi tenga derecho a decidir lo que sea»
EL PAÍS, 8/5/2011