El Correo
La Cámara refrenda un texto del PNV que apunta que la institución «no ha sabido dar respuesta a las aspiraciones de las naciones» y no convence
El texto del PNV salió adelante solo con sus votos, al posicionarse en contra toda la oposición –incluido Bildu– y el PSE, su socio de Gobierno. BILBAO. Un día después de que el dirigente jeltzale Aitor Esteban criticara al Rey por referirse a la Constitución como el «mayor legado» para las nuevas generaciones e instara a reconocer a los vascos como una nación propia, las Juntas vizcaínas aprobaron un alegato contra la monarquía, que tildaron de «anacronismo histórico y democrático». La comisión institucional, de buen gobierno y transparencia debatió cuatro proposiciones no de norma sobre la institución y la Carta Magna. Podemos, EH Bildu, el PSE y el PNV defendieron diferentes textos, aunque el de los jelzales fue el único que salió adelante con el apoyo de sus siete apoderados, la abstención de los dos de la formación morada y siete votos en contra del Grupo Mixto, el PP, el PSE y EH Bildu.
Al haber empate, se contabilizaron los escaños de cada fuerza en el Pleno. El PNV tiene 23, uno más que la suma de junteros contrarios a la propuesta. El texto, que firmó y defendió el veterano portavoz jeltzale, Jon Andoni Atutxa, incide en el poco calado que la Constitución tuvo en Euskadi, «a la que apenas el 30% del censo electoral dio el sí». «Hace 40 años el llamado pacto constitucional refrendó el acomodo de la monarquía, señalada por el dictador como sucesora, al nuevo marco institucional, sin que fuera posible entonces un verdadero debate sobre la forma de gobierno», expone la propuesta. Ahora, prosigue, es patente el «desapego ante una monarquía que no convence y que no ha sabido dar respuesta a las aspiraciones de las diferentes naciones del Reino de España», censura la iniciativa.
Conexión con el Estado
Después, en línea con lo acordado por PNV y EH Bildu en el Parlamento vasco, el texto reivindica por «lógico» que «en el siglo XXI la designación de la más alta instancia representativa del conjunto de la sociedad– la Jefatura del Estado– se realice a través de un sistema de elección periódica» y, por último, que ésta «tenga la misma protección que cualquier otro ciudadano, rinda cuentas y pueda ser fiscalizada».
Además, la proposición alega que «la monarquía es hoy por hoy un anacronismo histórico y democrático». Y «una institución a la que solo encontraríamos sentido si cumpliera una función de conexión entre el Estado y el autogobierno pleno de Euskadi de acuerdo con los derechos históricos y desde el respeto al régimen foral». El PNV se abstuvo en el resto de propuestas, pero ninguna más prosperó. El PSE pedía restringir «al máximo» la posibilidad de que las injurias a la Corona y a los sentimientos religiosos fueran perseguibles mientras se aborda una reforma constitucional en las Cortes. Aun así, solo el Grupo Mixto apoyó su texto, en el que se ensalzaba el papel de la Carta Magna en el desarrollo de España. El portavoz de Podemos, Josean Elgezabal, defendió exigir elecciones para designar a todos los cargos públicos y manifiestar la preocupación de la Cámara «por los diferentes escándalos y denuncias de corrupción que afectan a la Casa Real», además de pedir que puedan ser investigados. Desde EH Bildu, Meritxel Elgezabal solicitó un compromiso «por la república vasca» y un posicionamiento favorable «a la abolición de una institución obsoleta y antidemocrática». Mientras, el portavoz popular, Javier Ruiz, defendió que «la Constitución tuvo un amplio respaldo en Euskadi, del más del 74% de los votos». A su juicio, la monarquía es una institución «histórica» que «no tiene por qué ser menos democrática que una república. ¿Dónde hay más libertad, en China o en Noruega?», preguntó.