EL CORREO 23/03/14
· Los jeltzales buscan «un nuevo estatus» que «reconozca el derecho a decidir», mientras el PSE y el PP auguran una escalada «de tensión».
El PNV quiso lanzar ayer un doble mensaje. Por un lado de tranquilidad, al matizar que de la ponencia de autogobierno que arrancará el jueves en el Parlamento «no va a salir la independencia», sino «un nuevo estatus que dé salida a la voluntad mayoritaria de este pueblo». Pero, por otro, también de firmeza en sus principios políticos al recalcar que este futuro proyecto, que servirá para «actualizar el desarrollo del autogobierno» y «no tanto el Estatuto de Gernika», debe «reconocer el derecho a decidir que tenemos como pueblo y el ejercicio del mismo».
El foro parlamentario se constituirá con un mero trámite administrativo. Las comparecencias de expertos que solicitarán los grupos podrían retrasarse hasta el verano o, incluso, otoño. Será un debate abierto que puede prolongarse entre cinco o seis meses. A partir de ahí, y a puerta cerrada, los partidos discutirán el fondo de la cuestión, y ese proceso se puede alargar hasta mediados de 2015.
Aunque la ponencia se ha puesto en marcha con el consenso del PNV y PSE, el portavoz parlamentario de los jeltzales, Joseba Egibar, ya ha dejado claro que esta unidad de acción inicial no presupone nada y que su partido sigue defendiendo el derecho a decidir, a pesar de que en el texto acordado con los socialistas no se mencione.
Una tesis en la que ayer insistió la parlamentaria María Eugenia Arrizabalaga, muy próxima a los planteamientos de Egibar. «El logro de un nuevo estatus jurídico político es uno de los tres ejes estratégicos del PNV sobre los que basamos esta legislatura junto con la crisis y consolidar el proceso de paz», recordó la representante del PNV, quien vio llegado «el momento» de actualizar la voluntad política con «un nuevo estatus que reconozca el derecho a decidir». «Para eso se ha constituido la ponencia de autogobierno», recalcó Arrizabalaga.
Desde el lado opuesto, el socialista Txarli Prieto aseguró ayer que «no habrá un nuevo escenario de autogobierno que no sea transversal». En un tono no demasiado optimista, auguró que la ponencia puede acabar simplemente en una escalada de «tensión política». En una línea similar, la representante del PP, Laura Garrido, mostró su temor a que, al final, el foro parlamentario se vaya «a convertir en una carrera entre los partidos nacionalistas en ver quién es más nacionalista y quién plantea incluso antes la independencia».