EL MUNDO 24/01/14
· La formación negocia con los familiares de los etarras una moción contra la dispersión.
La simbiosis empieza a tomar forma. PNV e izquierda abertzale compartieron pancarta y calle hace dos semanas en una marcha alternativa a la prohibida en apoyo a los presos de ETA. Una decisión excepcional para una situación excepcional, aseguró entonces el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, a modo de justificación. Pero la sintonía en esta materia no deja de sumar nuevos capítulos. El último se escribe ahora en Galdácano. La Junta de Portavoces del Ayuntamiento vizcaíno abordará hoy cómo y cuándo debatirá una moción presentada por el PNV en la que incorpora, punto por punto, el argumentario tradicional de la izquierda abertzale en contra de la dispersión de presos de ETA, de su «sufrimiento» y en reivindicación de sus derechos.
Lejos del rechazo general, contextualizado en «la nueva realidad» del País Vasco sin violencia que el PNV viene realizando para reivindicar un cambio en la política penitenciaria, la formación en esta localidad ha dado un paso más al cocinar el contenido de la moción por los presos en varios encuentros con familiares de los 13 etarras presos oriundos de la localidad. El PNV ha intentado sumar al resto de formaciones del Ayuntamiento a su iniciativa. Lo hizo convocando a todos los portavoces de los grupos a una reunión celebrada el miércoles y a la que acudieron todos los partidos, a excepción del PP. En el caso del PSE, lo hizo para expresar su rechazo a la iniciativa. La moción, que el PNV quiere difundir como bando municipal, saldrá adelante cuando sea debatida en Pleno –probablemente el día 30– gracias al apoyo de Bildu.
Con esta iniciativa, el PNV asegura que busca «concienciar a la ciudadanía» de la necesidad del cese de la dispersión vigente y de reclamar el respeto a los derechos de los presos. El Consistorio se compromete a realizar un seguimiento de la situación de los presos de ETA del municipio.
El documento no incluye ninguna reflexión ni petición al colectivo de presos de ETA, ni llamamientos a secundar las medidas de reinserción contempladas en la legislación vigente o apelaciones a la entrega de armas, disolución de la banda o reconocimiento del daño causado. La moción contra la dispersión de los presos sí incorpora en cambio dos anexos para soportar su rechazo a la política penitenciaria. Uno de ellos hace referencia al gasto económico soportado por las familias de los 13 presos de ETA de Galdácano en sus desplazamientos durante al año pasado para visitar a sus familiares presos. Un documento que concluye que los gastos de traslado –52 viajes–, alojamiento y manutención a los que se les ha forzado con la política carcelaria de los gobiernos español y francés ha supuesto un coste total de 226.761 euros. En el segundo anexo, el PNV incluye un resumen de las legislaciones y declaraciones de instituciones internacionales de respeto a los derechos de los presos.
En su moción, el PNV señala que la dispersión provoca un «sufrimiento injusto» a los etarras y sus familias y reclama un «trato digno e imparcial» a los presos «independientemente del delito cometido».
En su denuncia, la formación nacionalista arremete contra los gobiernos de España y de Francia a los que acusa de provocar daños en los presos de ETA como el «desarraigo».
El PNV también incorpora una denuncia tradicional de la izquierda abertzale, como «el elevado riesgo de sufrir toda clase de accidentes que deben asumir las familias a consecuencia de los traslados de miles de kilómetros a las que se les condena. Asimismo, se asegura que en algunos casos reciben una «deficiente atención médica» o incluso una «desasistencia médica» que «ha puesto en peligro la vida de algunos presos». La lista de «agravios» que la formación de Ortuzar detalla cita el «sufrimiento adicional» que supone que en ocasiones se les dificulte el «acceso a estudios o a la mera lectura de un libro».
EL MUNDO 24/01/14