EL CORREO – 30/01/15
· La banda difunde un comunicado de consumo interno en el que critica la política penitenciaria y elude mencionar su desarme o disolución.
El PNV respondió ayer con dureza a ETA apenas unas horas después de que la banda terrorista hiciese público un comunicado en el que acusaba al Gobierno vasco de no implicarse en contra de la vulneración de los derechos humanos y «favorecer la represión» del Estado. «Son un lastre que sólo ha provocado violencia, sufrimiento y pobreza», consideró Andoni Ortuzar.
El texto de la organización terrorista fue colgado a mediodía en el portal ‘naiz.info’, la edición digital de ‘Gara’. Está fechado el 20 de enero, una semana después de que la Guardia Civil desarrollase la ‘operación Mate’ en la que fueron detenidas 16 personas, 12 de ellas abogados vinculados a los presos de ETA y a la izquierda abertzale. Todos los letrados quedaron en libertad a las pocas horas. Aquel dispositivo fue duramente criticado por Sortu, cuyo presidente, Hasier Arraiz, habló de dar «jaque mate» a la Guardia Civil, mientras que desde el Gobierno vasco, su portavoz, Josu Erkoreka, rechazó «entrar a valorar el fondo de la cuestión», aunque denunció «la absoluta falta de lealtad» del Ejecutivo de Mariano Rajoy por no haberles informado de la operación policial.
Fueron estas palabras de Erkoreka las que le sirvieron ayer a ETA para cargar contra el gabinete de Iñigo Urkullu. «Dieciséis ciudadanos vascos detenidos y parece que la falta de lealtad del Gobierno español es el problema», señala la banda terrorista en un comunicado en el que no alude en ningún momento ni a su disolución ni a posibles avances en su proceso de desarme. Hace justo un mes, la Comisión Internacional de Verificación aseguró que la banda le había asegurado que continuaba el proceso de sellado y puesta fuera de uso de sus arsenales, aunque sin ofrecer ninguna prueba. En respuesta a esta declaración del grupo liderado por Ram Manikkalingam, el Gobierno vasco planteó su propia vía vasca de desarme que, a su vez, fue despreciada por la izquierda abertzale y, visto el comunicado de ayer, también por ETA.
La organización terrorista lanzó un documento de consumo interno, muy dirigido a sus simpatizantes y militantes, centrado en la situación de los presos, y que arranca con una encendida defensa de Josu Uribetxebarria Bolinaga, fallecido sólo cuatro días antes debido al cáncer terminal por el que fue excarcelado en septiembre de 2012. ETA deseó que Bolinaga, condenado por mantener secuestrado 532 días a José Antonio Ortega Lara, sea el último preso «al que se lleva la crueldad».
«La brutalidad del Estado español ha acabado con Josu, pero esa brutalidad no ha acabado con la muerte de Josu. El hambre de venganza anda buscando alimento», sostiene la banda, que también cree que el Gobierno de Mariano Rajoy está «intentando nuevas vías para mantener» a los reclusos en las cárceles «como sea».
«Los que están a punto de salir y los que acaban de salir, todos a la cárcel», recalca la organización en una clara alusión a la decisión adoptada recientemente por el Tribunal Supremo de rechazar que los presos de ETA pudiesen descontar de sus condenas los años que estuvieron encarcelados en Francia, lo que hubiese permitido la excarcelación de numerosos históricos etarras. De hecho, el mismo día 20 en el que está fechado el comunicado, la Audiencia Nacional ordenó el reingreso en prisión de ‘Santi Potros’, que había sido puesto en libertad en diciembre. «Es hora de empezar a soltar las cadenas de los presos», dice ETA.
«Sufrimiento y pobreza»
Una «brutalidad» y una «actitud vengativa» del Estado en la que, en su opinión, está colaborando el PNV. Las andanadas de ETA al Ejecutivo vasco y a los jeltzales no son nuevas. En varias ocasiones, los comunicados de la banda han situado en el centro de sus críticas a los peneuvistas, pero hacía tiempo que éstas habían desaparecido. Ayer, la banda no sólo hizo caso omiso a las reiteradas peticiones del lehendakari para que entregue las armas. También acusó al Ejecutivo autónomo de dar pábulo a las tesis policiales que «desfiguran el trabajo de los abogados y les imputan controlar a los presos». Para ETA, el Gobierno vasco menciona «miles de veces los derechos humanos», pero no adopta una postura decidida «contra las vulneraciones» de los mismos, como, afirma, fue la ‘operación Mate’. Si el «hambre de venganza anda buscando alimento», el Ejecutivo de Urkullu «ha condimentado el plato», según ETA.
La respuesta del Gobierno vasco llegó poco después. Pero no se dio por aludido. Ni siquiera hubo nota oficial. «Todo lo que diga ETA al margen de su disolución no debe ser tomado en consideración», afirmó Erkoreka al inaugurar una pasarela peatonal en Laguardia.
En una línea similar, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, dijo que la sociedad vasca quiere «soltar para siempre el lastre» que supone la banda. «Ni ETA ni sus militantes pueden exhibir su pasado como un servicio a Euskadi cuando solo han traído violencia, sufrimiento y pobreza», afirmó en su cuenta de Twitter. PP y UPyD también despreciaron el comunicado. El PSE ni siquiera lo quiso valorar.
EL CORREO – 30/01/15