EL MUNDO – 13/09/15
· El portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, destacó ayer que la manifestación con motivo de la Diada fue «masiva y democrática», y consideró que tuvo lugar en un contexto en el que Cataluña había intentado dialogar con el Estado y se encontró «la puerta cerrada».
Según opinó en Radio Euskadi, el resultado de las elecciones catalanas del 27 de septiembre «afectará» al País Vasco y a España, aunque desvinculó sus consecuencias de la futura ley de consulta que EH Bildu ha anunciado que presentará en el Parlamento vasco. Egibar definió esta propuesta como «de consumo interno» y «una demostración de falta de madurez democrática» de EH Bildu, informa Efe.
REVOLUCIÓN TRANQUILA
Por su parte, Oskar Matute, parlamentario de EH Bildu calificó la manifestación del viernes ayer como «una revolución tranquila e imparable» y también estimó que se produce ante la «imposibilidad de negociar» con los sucesivos gobiernos españoles, que, aseveró, «mantienen la puerta cerrada, y con candado».
Por parte del PSE, su portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, reconoció que la Diada constituyó «una clara demostración de fuerza del nacionalismo catalán», pero hizo hincapié en que Artur Mas «se esconde» en la movilización para no dar explicaciones sobre «su nefasta gestión, los recortes sociales, la corrupción…», mientras que «otros, que se llaman progresistas, colaboran para tapar esa basura».
Carmelo Barrio, del PP, opinó que se trató de un acto de «exaltación nacionalista», pero resaltó que Mas «engaña» a los catalanes porque «sabe que la independencia ni se puede ni se va a producir». En su opinión, como consecuencia de las elecciones catalanas en País Vasco habrá «un fortalecimiento del grupo de trabajo del PNV y EH Bildu en el Parlamento vasco, porque en estos asuntos se dan la mano».
Por su parte, Gorka Maneiro, de UPyD, instó a los no nacionalistas a «salir del armario y explicar las ventajas de que Cataluña se mantenga unida a España», a la vez que culpó a los gobiernos del PP y del PSOE de contribuir al «envalentonamiento» de los nacionalistas «con sus continuas cesiones».