El PNV espera que Bildu no use la conferencia de paz para «acompañar gestos de ETA»

EL CORREO 10/08/13

· PSE y PP no participarán en el foro de alcaldes auspiciado por la izquierda abertzale que San Sebastián acogerá dentro de dos meses.

· Se darán cita ediles de todo el mundo con experiencia en conflictos o en su resolución.

La conferencia de paz anunciada por el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre (Bildu), para los próximos días 10 y 11 de octubre ha topado con el recelo absoluto de la oposición. Ya no solo del PSE y PP, que han confirmado que no asistirán al foro auspiciado por la izquierda abertzale municipal, sino también del PNV, que teme que la cita se haya convocado para servir de pista de aterrizaje a ETA, al estilo del encuentro celebrado en Aiete el 17 de octubre de 2011, antesala del cese definitivo de la violencia decretado entonces por la banda. «No nos gustaría un acto de estas características para acompañar la escenificación de una cosa que no debería tener nada que ver», advirtió el portavoz jeltzale en la capital guipuzcoana, Eneko Goia, que recordó, en este sentido, que se ha venido hablando en las últimas semanas de posibles «gestos por parte de ETA» a la vuelta de las vacaciones.

Efectivamente, el anuncio de la conferencia de paz, que Izagirre hizo el pasado domingo en el marco de un congreso de entidades locales por la paz celebrado en Hiroshima (Japón), se produce en plena oleada de especulaciones sobre un posible paso adelante de la banda terrorista en las próximas semanas, que tendría que ver con su desarme y posterior disolución. El mismo día, ayer, que la izquierda abertzale anunciaba una «reflexión» inminente de ETA en esa dirección, el regidor donostiarra se esforzaba en ‘vender’ su conferencia como un esfuerzo impulsado estrictamente desde el ámbito local «para que este proceso siga avanzando», al margen «de decisiones que se tomen o no se tomen en ámbitos superiores».

Una clara refererencia a la posible determinación de ETA de escenificar, con algún grado de simbolismo, la entrega de las armas, y que, de producirse después del foro anunciado por Izagirre, reproduciría el patrón de la conferencia de Aiete. Aquel primer encuentro internacional organizado en San Sebastián, que contó como fedatarios con destacados dirigentes mundiales implicados en procesos de paz como el irlandés o el sudafricano –Kofi Annan o el exjefe de Gabinete de Tony Blair, Jonathan Powell, entre otros– sirvió de preludio al comunicado de cese definitivo de la violencia, que ETA emitió tres días después.

La cita del próximo octubre está fijada en la misma ubicación –la Casa de la Paz del palacio donostiarra– y en el Kursaal y reunirá, según explicó ayer Izagirre, a alcaldes de diversas partes del mundo «que han vivido un conflicto y están en proceso de normalización o que han ofrecido su ciudad para resolver conflictos ajenos». El encuentro, al que auguró «éxito», tiene como objetivo «reflexionar qué se puede aportar desde lo local en un proceso de construcción de la paz y de normalización política». Una motivación que el alcalde consideró más que suficiente para que el llamamiento sea atendido por «todos» los grupos políticos. «Los conflictos de dentro de cada partido no deben trasladarse a un tema tan importante como éste», opinó Izagirre, que deseó que la oposición, y se refirió especialmente al PSE, «recapacite» y decida acudir. Es más, avanzó incluso que la «gama ideológica» de los alcaldes invitados será plural y dispar, otra razón, a su juicio, para secundar la propuesta.

No obstante, la desconfianza resultó palpable ayer, tras reunirse la comisión de Derechos Humanos del Ayuntamiento donostiarra, en las filas jeltzales y, sobre todo, en las socialistas y populares. Aunque el peneuvista Goia dejó claro que le desagradaría que la conferencia fuese un mero telón de acompañamiento para ‘vestir’ algún gesto de ETA en otoño, también quiso dar un «voto de confianza» al alcalde, al que sí reprochó que no les proporcionara «mucha información» sobre la cita. «Está bien que se den eventos de estas características en la ciudad, siempre y cuando no sean para colgar ninguna otra cosa que no tenga nada que ver con la materia».

«De palmeros»

Mucho más drásticos se mostraron los portavoces municipales del PSE y PP, convencidos de que la conferencia será un simple acto de «propaganda», sesgado en lo ideológico y con un organizador, la Corporación municipal presidida por Bildu, que aún no ha condenado expresamente la violencia de ETA. El socialista Eernesto Gasco consideró que lo avanzado por el alcalde sobre la iniciativa es «otra muestra de su habitual sectarismo». «Para ir de palmeros de las posturas del alcalde no vamos a asistir», resumió Gasco, convencido de que la conferencia no solo se organizará al calor de los postulados ideológicos de Bildu, sino que adolecerá, además, de una carencia fundamental: la de la participación de las víctimas del terrorismo. El portavoz municipal del PSE recordó, de hecho, que San Sebastián ostenta el «triste récord» de víctimas mortales de ETA empadronadas en la ciudad –102 asesinados–, «a quienes no se puede dar la espalda como si nada hubiese ocurrido».

Para apoyar sus tesis, Gasco recordó que, en su intervención en el congreso de Hiroshima, Izagirre no citó «en ningún momento» a ETA ni a sus víctimas y se limitó a a hablar «de la quema de la ciudad, del bombardeo de Gernika, de la vulneración de derechos y de conflictos». En ese sentido, rescató también uno de los mensajes del decálogo hecho público esta semana por la familia del empresario asesinado por ETA Joxe Mari Korta –el de que quien calla ante la violencia es «cómplice» de ella– y consideró que la conferencia de octubre brinda a Izagirre la oportunidad de «estar a la altura» del cargo que ocupa.

En parecidos términos se expresó el concejal del PP Vicente García, convencido de que Izagirre es, precisamente, uno de los dirigentes de la izquierda abertzale «que menos pasos se ha atrevido a dar» para pedir la disolución de ETA o la entrega de las armas. Por eso, a su juicio, carece de sentido que sea «el anfitrión» de la conferencia.

EL CORREO 10/08/13