El portavoz del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, se mostró satisfecho por el acuerdo de Artur Mas y Zapatero porque «abre el camino» para evitar un modelo basado en la «uniformidad artificial del Estado de las autonomías». EA cree que el pacto permitirá «un nuevo Estatut pero no un buen Estatut».
El PNV aprovechó el acuerdo entre CiU y el Gobierno central sobre el Estatut para pedir al presidente Zapatero que abra también «una negociación» sobre el plan Ibarretxe, para «dar satisfacción a la voluntad mayoritaria de los partidos vascos». El portavoz del Euzkadi Buru Batzar (EBB), Iñigo Urkullu, se mostró satisfecho por el acuerdo de Artur Mas y Zapatero porque «abre el camino» para evitar un modelo basado en la «uniformidad artificial del Estado de las autonomías».
Urkullu se mostró también contento por el hecho de que sea CiU quien haya sido protagonista principal en este acuerdo. Ambas formaciones mantienen una buena sintonía plasmada en la colaboración con el BNG gallego en Galeusca. De hecho, el líder de la formación nacionalista catalana telefoneó ayer mismo al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, para informarle del acuerdo sobre el Estatut y expresarle su satisfacción, según fuentes peneuvistas. Imaz felicitó asimismo a Artur Mas por su labor negociadora.
En este sentido, Urkullu aseguró que al PNV «no se le pasaba por la cabeza que un posible acuerdo entre las formaciones políticas dejara al margen al partido más votado», en alusión a CiU.
Respeto del Congreso
El dirigente jeltzale expresó su esperanza en que el texto de reforma del Estatut «concite la adhesión de la sociedad catalana» y que, en caso de llegarse a un consenso entre todas las formaciones, excepto el PP, «sea respetado en el Congreso de los Diputados, como en su momento se comprometió Rodríguez Zapatero con el Parlamento catalán».
Preguntado por si el PNV aceptaría que el término ‘nación’ se incluyera en el preámbulo del nuevo Estatuto vasco y no en el articulado, como ocurriría con Cataluña, respondió que Euskadi y Cataluña «son realidades políticas e históricas diferentes».
La alegría por el avance de la situación catalana no impidió que el portavoz del EBB lamentara que el Gobierno del PSOE no quiera negociar el plan Ibarretxe, «que cuenta con una arquitectura jurídica, que observa las competencias exclusivas y compartidas con el Estado español». «No entendemos por qué, si es posible respetar la voluntad del Parlamento de Cataluña, no se respeta la voluntad legal y democrática del nuevo Estatuto Político aprobado por mayoría en la Cámara vasca», insistió.
Por otra parte, el diputado del PNV Emilio Olabarria señaló que es «preocupante» que ERC no apoye el proyecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña alcanzado anoche entre el Gobierno y CiU, recordando que la formación independentista es socia del Ejecutivo central y miembro del tripartito de la Generalitat de Cataluña.
El socio del PNV en el Gobierno Vasco, EA, aseguró ayer que el acuerdo alcanzado entre el PSOE y CiU permitirá «un nuevo Estatut», pero no será «un buen Estatuto» para Cataluña. El dirigente de la formación nacionalista Rafa Larreina afirmó que «lo importante no es que haya un buen Estatuto, sino que el que haya responda a las demandas de la sociedad catalana, a la resolución del problema político de fondo, al reconocimiento de realidad nacional de Cataluña».
EL DIARIO VASCO, 23/1/2006