El poder de Soraya

Editorial, LA VANGUARDIA, 23/12/11

Desde que Mariano Rajoy anunció la noche del miércoles su primer Gobierno, políticos, empresarios y medios de comunicación se formulan la misma pregunta: ¿alguna vez un vicepresidente ha tenido tanto poder al inicio de una legislatura? Acostumbrados como estábamos desde la llegada de José María Aznar a la Moncloa, en 1996, a dos vicepresidencias, una política y otra económica, y después de ocho años de José Luis Rodríguez Zapatero con el mismo esquema, cuesta recordar que antes ya era normal una única vicepresidencia como, por ejemplo, en 1982, cuando Felipe González designó para ese cargo a Alfonso Guerra. ¿Va a ser entonces Soraya Sáenz de Santamaría la todopoderosa vicepresidenta que fue el temido Guerra de aquellos años? En parte sí –por el poder–, pero obviamente con unas formas políticas absolutamente diferentes. Si el político andaluz hizo famosa aquella frase de que el que se mueve no sale en la foto, la mayoría absoluta del PP no parece querer transitar por caminos similares. A Rajoy en alguna ocasión se le ha oído decir de su número dos valoraciones que no suele prodigar: «Es un fenómeno». Y lo cierto es que desde que Rajoy le confirió el poder en el grupo parlamentario en el Congreso en marzo del 2008, en medio de no pocas risas de algunos veteranos del partido, su influencia ha sido creciente y sus errores muy escasos. En las últimas horas, el presidente del Gobierno le ha confiado el poder del CNI, hasta la fecha en Defensa, le ha dado carta blanca para confeccionar el grueso de su equipo en la Moncloa y tiene mando en plaza para dar el visto bueno en los organigramas y personas de los diferentes ministerios.

Editorial, LA VANGUARDIA, 23/12/11