El portavoz popular en Basauri denuncia «amenazas de muerte»

Asegura que un grupo «muy exaltado» de simpatizantes de Bildu increpó a los ediles del PP tras la toma de posesión del sábado

El presidente del PP, Antonio Basagoiti, desveló ayer que su portavoz en el Ayuntamiento de Basauri, José María Agüeros, sufrió «amenazas de muerte» que supuestamente habrían sido proferidas por simpatizantes de Bildu al término del pleno de constitución del nuevo Consistorio, celebrado el sábado pasado. Basagoiti anunció que su partido presentará una denuncia de los hechos ante la Ertzaintza y aseguró que el «envalentonamiento de Batasuna está provocando situaciones de riesgo» para sus cargos públicos.

El líder de los populares vascos reconoció que existe «preocupación» entre sus filas ante la posibilidad de que la consejería de Interior lleve adelante su anunciada reducción de escoltas a los concejales, pese al «acoso» sufrido por sus ediles de Elorrio y Basauri. Si no llegan a ir protegidos por guardaespaldas, Basagoiti advirtió de que «a lo mejor estábamos hoy lamentando cosas más graves». El dirigente del PP afirmó que a su portavoz en Basauri le dijeron que «le iban a degollar».

«’Sabemos dónde vivís’»

El propio concejal ofreció ayer su relato de los hechos. José María Agüeros admitió que durante el pleno en el que los concejales tomaron posesión de sus cargos no se produjo «ningún incidente especial». El problema tuvo lugar al término de la sesión, cuando los ediles salían del salón. Fuera, unas cien personas, «muchas de ellas jóvenes y no tan jóvenes», con el «ánimo muy exaltado» abogaron por «quitar» las banderas que presiden el edificio consistorial. Agüeros les recomendó hablar con el nuevo alcalde, Andoni Busquet (PNV), sobre el asunto «y ahí se desencadenó todo», según sus palabras. «Empezaron a insultarnos, a llamarnos ladrones, a decirnos ‘iros para Castro, para Burgos, sabemos dónde vivís, os queda poco’; el típico gesto de vamos a acabar con vosotros y amenazas de muerte», explicó.

El concejal popular se vio obligado a «salir de allí», junto a sus dos compañeras de filas, que sufrieron «una crisis nerviosa». «Estoy seguro de que, si no hubieran estado los escoltas, habría pasado algo más grave debido al tumulto», señaló. Agüeros confesó que se sienten «tremendamente acosados» por la «kale borroka». El edil denunció que «hay gente que no va a cambiar nunca» en su intento por «echarnos de aquí», a pesar de que «existan personas de buena fe que piensen que pueden cambiar».

EL CORREO, 16/6/11