EL CORREO 03/10/13
· Consideran que el borrador presentado por Urkullu supone un «retroceso» y «diluye responsabilidades»
· Los populares abogan por recuperar el espíritu del ‘suelo ético’ acordado en la pasada legislatura
El PP vasco dio ayer un portazo en toda regla al borrador del plan de paz del Gobierno vasco. La razón: busca «contentar» a la izquierda abertzale haciendo «retroceder» al resto de partidos democráticos. Ese es a groso modo el mensaje que desde las filas populares han trasladado al Ejecutivo de Vitoria, y que ayer dio a conocer públicamente su portavoz, Borja Sémper.
Que la propuesta abanderada el lehendakari, Iñigo Urkullu, no era del agrado del PP resulta obvio. Desde que el texto salió a la luz en puertas del verano, la formación que lidera Arantza Quiroga no ha ocultado su malestar por un documento que consideran no contribuye a «deslegitimar a ETA y cualquier terrorismo ni a prestigiar el Estado de Derecho». Desde las «frases rimbombantes», pasando por las «apelaciones a la Ertzaintza» y por, a su entender, un «intento claro por diluir responsabilidades», el PP opta por situarse en la misma línea que los socialistas, aunque con una postura mucho más contundente.
Sémper presentó ayer las líneas maestras del documento de 24 páginas que su partido ha hecho llegar a la secretaría de Paz y Convivencia liderada por Jonan Fernández. En su valoración, los populares detallan una veintena de aspectos que no comparten y que tienen que ver no solo con las acciones contempladas en el plan, sino con el espíritu del plan. Y es que la sensación que el borrador ha dejado en las filas populares es la de que la izquierda abertzale «se ha salido con la suya con la inestimable ayuda del Gobierno y del PNV».
El portavoz del PP advirtió que «para conseguir una Euskadi inmunizada» deben cumplirse varias premisas básicas. Entre ellas, que la sociedad sepa que «asesinar no tuvo un pase», que «no tiene la misma responsabilidad el que mató que el que fue asesinado» y que «el Estado de Derecho, con sus imperfecciones, siempre tiene la razón frente al totalitarismo», remarcó. Sémper lamentó que el borrador presentado por el Gobierno vasco «no se sitúe en ese camino», sino que «por una estrategia de marketing político acepte el pensamiento único de los responsables de años de terrorismo». «Hablamos de gente que estaba detrás de la pancarta que decía ‘ETA mátalos’, ¿y vamos a transigir con ese inmovilismo?», se preguntó.
«Invertir el orden»
Los populares rechazan, entre otros aspectos del texto, que a la hora de hablar de justicia «el eje del debate lo ocupan los victimarios y su situación penitenciaria» –recuerdan que esta política concreta corresponde al Gobierno central– o que «no se exija a ETA su disolución y a los grupos parlamentarios la condena de sus crímenes». De igual modo, consideran una «humillación» que la Ertzaintza deba «renovar su compromiso con los derechos humanos» o que el Instituto de la Memoria se ubique en Gernika, símbolo de la barbarie franquista que acoge ya el Museo de la Paz –el PP apuesta por Ermua–. Estas últimas dos cuestiones se debatirán hoy en pleno en el Parlamento vasco.
Sémper emplazó al Gobierno vasco a «invertir el orden» y que sea «la izquierda abertzale la que se sume al resto de partidos». En esta línea abogó por recuperar el acuerdo parlamentario suscrito en la pasada legislatura, más conocido como ‘suelo ético’ –ETA lo criticó en su último comunicado–, como «mimbre» del que debería ser, a su juicio, el plan de paz que necesita Euskadi. «Ese documento era inspirador y ponía negro sobre blanco», defendió. «Nosotros –añadió– apostamos por reconducir la situación».