Isabel Morrillo-El Confidencial
El partido de Casado cede protagonismo a la formación de Santiago Abascal para salvar el Gobierno en Andalucía. Cs no irá a reuniones y será invitado de piedra en las conversaciones
Las negociaciones entre PP y Cs en Andalucía van a seguir en los próximos días para definir el futuro Gobierno, el número de carteras, delegaciones, altos cargos, el reparto de competencias… Así lo confirman fuentes del PP andaluz que, sin embargo, admiten que aquí no está el problema ni es la prioridad. Ahora el foco, los próximos días, explica, estará en las negociaciones con Vox, que ha pedido sitio y lo va a tener. «No vamos a presentar nada importante del futuro Gobierno hasta tener amarrada la investidura», confirman desde el equipo de Juanma Moreno.
Será Génova, en concreto el secretario general, Teodoro García Egea, quien dirija las negociaciones con su homólogo de Vox, Javier Ortega Smith. El PP andaluz niega que haya perdido autonomía y que su dirección nacional esté negociando el Gobierno autonómico. Aseguran que es Vox quien ha pedido expresamente que las conversaciones se produzcan desde las cúpulas nacionales porque ellos no tienen implantación autonómica ni consideran a Francisco Serrano, diputado andaluz de Vox, el interlocutor del partido en esta materia. Ante el temor a estas críticas, la próxima cita se prevé en la capital andaluza, según fuentes del PP.
Lo previsto es que sea en Sevilla, aseguraron desde el equipo de Génova, cuando el próximo martes García Egea y Ortega Smith retomen las conversaciones para amarrar el apoyo de Vox a la investidura de Juanma Moreno. Vox reclama que acuda alguien de Cs pero este partido responde que no estará en esa mesa. Hasta ahora se ha negado a sentarse con el partido de Abascal.
Admiten desde el PP que el «tercer socio», como se refieren al partido de Santiago Abascal, se queja porque no piensa dar el visto bueno a un acuerdo ya cerrado entre PP y Cs como un «trágala» y consideran que durante los próximos días deberá ser Vox quien ocupe el sitio que viene reivindicando. Este partido ha tensionado la cuerda hasta límites insospechados para dejar claro que con 12 de 109 diputados tienen mucho que decir, amagando con ir a segundas elecciones en Andalucía.
Piden a Cs perfil bajo
Ahora, indican desde el PP, «lo urgente e importante es amarrar la investidura». «Cada negociación tiene su tempo», aseguran desde las filas populares, que admiten que ahora le toca a Vox llevar la batuta y reclaman al partido de Albert Rivera perfil bajo. Las negociaciones con Cs se irán desarrollando en paralelo pero no darán detalles de cómo queda el Gobierno ni habrá más avances y anuncios sin hablarlo antes con Vox. A sus socios ‘naranjas’ les han pedido, aseguran, unos días de «silencio» y «prudencia» para poder reconducir la negociación con Abascal.
Desde la dirección andaluza de Cs aseguran que ellos van a seguir negociando «con normalidad» y niegan estar «al corriente» de esta nueva estrategia que cede protagonismo a Vox para evitar más sobresaltos. Cs sigue actuando como si este partido no existiera o no tuviera nada que ver con la próxima investidura en Andalucía. Insiste en que su único acuerdo es y será con el PP.
Cs niega que vaya a acudir el martes a la reunión de PP y Vox como ha pedido este partido y sigue negándose a negociar con el tercer socio
Los equipos de PP y Cs enviaron este viernes un comunicado en el que no avanzaban ninguna información nueva pero sí remarcaban que se reducirá el número de consejerías de la Junta de Andalucía y sus delegaciones territoriales. «Las negociaciones van por el buen camino y esperamos poder tener cerrado un acuerdo de gobierno en los próximos días», comunicaron.
Desde Cs, Juan Marín explicó que cuando tengan cerrado este acuerdo de Gobierno valorarán «qué fórmulas» utilizan «para presentárselo al resto de fuerzas políticas del Parlamento de Andalucía». «Será únicamente un Gobierno Cs-PP de 47 escaños en el que las medidas políticas ya acordadas son intocables», advirtió el líder andaluz de Cs. La nota del PP no mencionaba nada sobre cómo se incorporarán al Gobierno de coalición de PP y Cs las medidas pactadas con Vox ni tampoco aclaraban si este tercer partido iba a tener información puntual de las negociaciones para la estructura del Ejecutivo autonómico.
Templar ánimos
Ahora la prioridad, admiten los negociadores, es aplacar los ánimos de Vox y dejar de darle a este partido argumentos para que sientan que tienen que comulgar con un acuerdo de PP y Cs en el que no han participado. De esto se encargará Génova directamente y si hace falta, admiten, Pablo Casado y Santiago Abascal, si las cosas no se desbloquean en un escalón por debajo.
De la conversación que mantuvieron este viernes García Egea y García Smith solo trascendió que había sido «afable» y que duró «unos 20 minutos». Entre los puntos que repasaron ambos dirigentes no figuró el gran tema: la exigencia de Vox de suprimir la ley de violencia de género. El PP ha ido moviendo ficha en sus mensajes para acercarse a los postulados de Vox en este asunto. «El 25% de las víctimas de violencia doméstica no son mujeres», proclamó el líder del PP, Pablo Casado, asumiendo postulados de Vox. «Sin renunciar a un solo euro para las mujeres ni a una sola coma del pacto contra la violencia de género, el PP quiere ampliar las garantías y protección a las víctimas de todo tipo de violencia en el ámbito familiar», comunicaron fuentes oficiales, apuntando a «hombres, niños, abuelos o parejas del mismo sexo».
Cs niega que vaya a moverse ni un milímetro de sus posiciones. Desde este partido aseguraron que no existe en España un problema de violencia contra los hombres y sí un problema «gravísimo» de violencia machista, dijo su secretario general, José Manuel Villegas, quien pidió consenso para acabar con esta lacra y no utilizarla como «un campo de batalla político». En una entrevista en RNE insistió en que no van a cambiar ninguna medida del acuerdo con el PP, refiriéndose a la exigencia de Vox de modificar la ley de violencia de género para prestarles su apoyo, y tampoco van a negociar nada con el partido de Santiago Abascal.
PP y Vox sí repasaron medidas en las que están de acuerdo como la realización de una auditoría de los gastos de la Junta, la optimización de los recursos, el desmontaje de la llamada administración paralela o el fomento de la inversión y el emprendimiento en Andalucía para conseguir que se convierta en una de las regiones más prósperas de Europa”, según informó el PP.
El día 10 la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, abrirá la ronda de consulta con los grupos para proponer candidato a un debate de investidura. Ese día Vox debería decir si apoya o no al candidato del PP. Será Bosquet quien fije fecha para la sesión que podría proclamar al próximo presidente de la Junta de Andalucía. PP y Cs quieren que sea a mediados de enero, apuntan al 16, Vox asegura que acaban de empezar a negociar y no hay prisa.