ABC 04/12/15
· El partido de Albert Rivera recorta la distancia con los socialistas en 8,8 puntos en solo mes y medio, según el CIS, que ha realizado 17.452 entrevistas
Desde la página 1 El Partido Popular afronta desde hoy la campaña electoral en la primera posición, a una distancia del segundo mucho más holgada que hace apenas un mes y medio. Es un respiro para Rajoy y los suyos, que insisten en el mensaje de que después del 20-D debe gobernar el más votado, una idea que se refuerza cuanto mayor es la distancia con su inmediato perseguidor. Ahora mismo esa ventaja se sitúa en 7,8 puntos, según el barómetro preelectoral del CIS, que siempre marca la parrilla de salida ante las generales.
Este CIS tiene detrás un total de 17.452 entrevistas realizadas del 27 de octubre al 16 de noviembre. Nadie en España hace tantas entrevistas, ni tiene una serie histórica como la del CIS. Pues bien, según este barómetro, el PP ganaría las elecciones del 20 de diciembre con un 28,6 por ciento de estimación de voto, frente al 20,8 por cierto del PSOE. Los populares retroceden 0,5 puntos desde octubre, y los socialistas sufren un auténtico descalabro y se quedan a un paso de ser superados por Ciudadanos en la segunda posición.
Optimismo en La Moncloa
En La Moncloa hay optimismo. Creen que Rajoy está haciendo una buena campaña y tiene posibilidades de llegar al 30 por ciento, lo que según sus cálculos colocaría al PP con unos 140 diputados. Seguirían lejos de la mayoría absoluta (176 diputados), pero les dotaría de un plus de legitimidad que evitaría tentaciones sobre un pacto de los perdedores. El partido ganador que ha obtenido un menor respaldo en unas elecciones generales hasta ahora fue el PP de Aznar en 1996, cuando sumó 156 diputados con un 38,79 por ciento. Ahora, según el CIS, los populares tendrían entre 120 y 128 diputados, y necesitarían pactar con Ciudadanos, que sumaría entre 63 y 66.
El acelerón del partido de Rivera desde las autonómicas catalanas del 27 de septiembre es llamativo. En apenas un mes y medio sube 4,3 puntos en su estimación de voto, hasta llegar al 19 por ciento, solo 1,8 puntos por debajo del PSOE, lo que puede considerarse un empate técnico. Lo preocupante para la candidatura de Pedro Sánchez es que la tendencia es tan fuerte que en dos semanas de campaña Ciudadanos puede pasarles de largo y llegar a las urnas como auténtica alternativa al PP. Para ver la velocidad que lleva basta este dato: en apenas seis o siete semanas Ciudadanos ha recortado 8,8 puntos su distancia con el PSOE. La fuga de antiguos votantes socialistas hacia el partido naranja se ha hecho mayor, como se observa en Madrid, donde la situación del PSOE es dramática.
La mínima ventaja actual del PSOE sobre Ciudadanos le sirve, por la ley D’Hondt, para tener una veintena de diputados más que la candidatura de Rivera: el CIS coloca a los socialistas en una amplia horquilla que va de 77 a 89 escaños, por el resultado ajustadísimo que se producirá en muchas provincias pequeñas y que decidirá el reparto de los últimos diputados.
Podemos se multiplica
El caso de Podemos es especial. En el próximo Congreso puede suceder que el partido de Iglesias y sus marcas autonómicas tengan hasta cuatro grupos parlamentarios, lo que multiplicaría sus voces, sus intervenciones y sus iniciativas en el Parlamento. Esto es posible por las coaliciones en las que se presenta en la Comunidad Valenciana (Compromís-Podemos-Es el moment), Cataluña (En Comú Podem) y Galicia (En Marea). En el resto de regiones, Podemos obtiene un 9,1 por ciento y 23 o 25 escaños. Pero este dato es engañoso: si se suman todos los apoyos que tendría Iglesias debemos hablar de un 15,7 por ciento (al incluir las coaliciones) y entre 45 y 49 diputados. En todo caso, no servirían para formar mayoría en solitario con el PSOE. Les haría falta un tripartito con Rivera.
Esta proliferación de marcas de Podemos ha dañado al PSOE en comunidades como Cataluña, pero también a Izquierda Unida (Unidad Popular), que empieza la campaña con un 3,6 por ciento, y solo tres o cuatro diputados, frente a los 11 de 2011.
El nacionalismo catalán tiene un claro un retroceso: en 2011, CiU y ERC sumaban 19 diputados. Ahora, CDC y ERC se quedarían en 16, nueve para el partido de Mas y siete para sus aliados secesionistas. Su irrelevancia en el Parlamento que viene será absoluta, por otra parte. Serán perfectamente prescindibles, se forme el pacto que se forme. Unió, el partido de Duran Lleida, no logrará escaño.
El PNV se mantiene
Los nacionalistas vascos tendrán un peso aún menor. El PNV sumará cinco diputados (igual que en 2011) y EHBildu, seis o siete (Amaiur tuvo siete la legislatura ya concluida). Por su parte, el único diputado de Coalición Canaria iría al Grupo Mixto.
Para situar en su contexto este barómetro del CIS hay que destacar que se hizo en pleno desafío independentista catalán y que prácticamente no recoge el impacto de los atentados terroristas de París y el debate sobre la seguridad en España. Tampoco incluye el efecto de los primeros debates electorales, la ausencia de Rajoy ni sus participaciones en programas de máxima audiencia.
Esta es la foto fija que ofrece el CIS justo al principio de la campaña electoral, pero los expertos prevén cambios en una campaña que consideran decisiva y que está marcada por la volatilidad del voto, la mayor oferta de partidos y, unido a esto, una indecisión más alta. Según este barómetro, hay un 19,1 por ciento de indecisos, algo menos que en octubre (22,2 por ciento). ¿Dónde están las principales dudas entre quienes aún no han decidido su voto? El 11 por ciento duda entre PP y Ciudadanos, y el 9,1, entre este último y el PSOE.