La decisión fue respaldada en el Consejo Político Regional por 28 votos frente a 19 pese a las presiones de las direcciones regional y federal
El PP gobernará en Extremadura por primera vez en la historia después de haber sido la fuerza más votada en las elecciones autonómicas del 22 de mayo y gracias a la abstención de los tres diputados autonómicos de IU en la sesión de investidura.
La posición en favor de la abstención de IU fue respaldada ayer en el Consejo de Política Regional por 28 votos a favor de la abstención y 19 de apoyo a un gobierno del socialista Guillermo Fernández Vara.
Esta decisión de IU llevará al poder al candidato popular, José Antonio Monago, mientras que el PSOE, que por primera vez será oposición en Extremadura, pierde otro de sus tradicionales feudos electorales después de Castilla-La Mancha.
Al cónclave de la coalición asistió el coordinador general de IU, Cayo Lara, que antes y después de la campaña electoral había defendido que no se permitieran gobiernos de derecha ni por acción ni por omisión, con lo que esta decisión va en contra de las directrices de la federal.
Cayo Lara llevó ayer su apuesta hasta el final. Intervino hasta dos veces en el Consejo Regional de IU para convencer a los presentes de que apoyasen la opción de votar al socialista Fernández Vara en la investidura.
Una de las dos intervenciones de Cayo Lara fue, de hecho, la que cerró el turno de debate en la reunión política.
Pese a ello, la mayoría optó por la abstención. Por ello, el coordinador extremeño de IU, Pedro Escobar, consideró que la federal debería abrir un expediente informativo, aunque no cree que actúe por la «vía disciplinaria».
Escobar, que al final se decantó por defender la opción «menos mala» del PSOE, acató el resultado y aseguró que no piensa dimitir por haberse quedado en minoría, ya que no es la primera vez que ocurre y él es uno más de la organización. También ratificó el compromiso previo de mantener la «unidad» de la organización.
«Falta de confianza»
El coordinador de IU Extremadura explicó que la posición mayoritaria de su organización a favor de la abstención se debe a un «problema de confianza» que consiste en que «nadie creía» que el PSOE «28 años después, por mucho que lo diga ahora», fuera «a girar a la izquierda».
«Naturalmente el PP no va a girar a la izquierda como nosotros le propongamos», reconoció Escobar, quien precisó que, sin embargo, los militantes de la organización consideran que tampoco lo iba a hacer el PSOE tras comprobar cómo ha gobernado «en los últimos 28 años» y basándose también en «la experiencia de cada uno de sus ayuntamientos».
Más rotundo fue el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso, Gaspar Llamazares, que aseguró ayer que la abstención de los tres diputados autonómicos del partido es un error «muy grave» y una decisión «nada acertada» que acatará aunque no la comparta.
Llamazares reconoció que, aunque la democracia es la democracia, permitir que el PP ascienda al poder en esta comunidad autónoma supone ante todo una confusión «antropológica» y «sociológica» porque los votantes de izquierdas no entienden el giro de IU a la derecha.
Además, subrayó que IU debe ser fiel a lo que prometió en la campaña electoral evitando pasar a la derecha ya sea «por activa o por pasiva» y reconoció que esta actitud puede hacer mucho daño al partido.
Por su parte, el PSOE extremeño respetó la decisión adoptada por el Consejo Político de Izquierda Unida. Según fuentes socialistas, solo cabe «el respeto más absoluto» a la decisión de IU , por lo que el PSOE «seguirá trabajando desde donde los extremeños han querido que lo hagamos, desde la oposición».
DIARIO VASCO, 20/6/11