Paloma Esteban, Isabel Morillo-EL CONFIDENCIAL
- El acuerdo entre el Gobierno y ERC aterriza en el PP como un ataque a su política fiscal. Ayuso visita hoy Cataluña, donde sacará la artillería pesada en la precampaña catalana
Sin que el PP lo buscara, la política fiscal de la Comunidad de Madrid, como máxima expresión del modelo que defiende el partido de Pablo Casado, se convertirá en uno de los ‘leitmotiv’ del principal partido de la oposición a nivel nacional, pero también de la campaña catalana. Todo ello después de que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, asegurara que su apoyo a los Presupuestos Generales está condicionado a “una reforma fiscal, justa y progresiva” que “acabará con el ‘dumping’ fiscal y el paraíso fiscal montado por la derecha” en la capital. Los barones regionales del PP salieron en defensa de la bajada de impuestos y cerraron filas con el modelo de Isabel Díaz Ayuso para enterrar las declaraciones de Pedro Sánchez, que este miércoles afirmó tras la cumbre hispano-italiana celebrada en Palma de Mallorca que hasta dentro del partido conservador estaban de acuerdo con esa armonización fiscal.
Los independentistas catalanes adelantaron que existe un acuerdo con el Ejecutivo a tal efecto, después de mucho tiempo reclamando la armonización del impuesto de patrimonio en toda España. Y los populares darán la batalla. Este jueves, Ayuso viaja a Barcelona, donde acompañará al candidato de su partido, Alejandro Fernández, ahora que se ha confirmado que no habrá coalición con Ciudadanos.
El PP sacará la artillería pesada para dar un empujón a su candidatura ante la previsible caída del partido naranja y con el objetivo de frenar a Vox. Y la fiscalidad promete ser uno de los platos fuertes, aunque no el único: compartirá espacio con la educación concertada a raíz de la ley Celaá y el recurso de inconstitucionalidad anunciado cuando la normativa vea la luz verde definitiva. La gestión de la pandemia en Madrid, que sin cerrar su actividad económica ni la hostelería ha conseguido estabilizar y frenar los datos de contagio, estará muy presente en esta campaña. Ayuso aprovechará su visita para sacar pecho por estas decisiones, que han terminado por auparla como ariete frente al Gobierno central, y compartirá su postura con los hosteleros catalanes, que han sufrido cierres prolongados.La presidenta madrileña volverá a contestar a los ataques de ERC, esta vez sobre el terreno, abanderando el mensaje de que está dispuesta a convertirse “en la peor pesadilla” de quien pretenda tocar el bolsillo a los contribuyentes y agitando la bandera de la “libertad fiscal” de Madrid.
Que el Gobierno de Sánchez está decidido a impulsar una reforma fiscal completa no es desconocido. La propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido siempre la armonización de los principales impuestos autonómicos, que tantas diferencias registran según el territorio. Sucesiones, donaciones y patrimonio. Los gobiernos del PP han sacado pecho de sus respectivas políticas, y muy especialmente la llegada de Ayuso a la Puerta del Sol y de José Luis Martínez-Almeida al ayuntamiento tras el paso de Manuela Carmena sirvió para reforzar ese mensaje. Ambos dejaron claro desde el inicio que actuarían como “contrapeso” al Ejecutivo de PSOE y Podemos, y que se oponían a la insistencia de homogeneización fiscal de Moncloa.
Los dirigentes madrileños siempre han defendido que la izquierda debía abandonar las recetas de aumento de la presión fiscal y “abuso del gasto público” para pasarse a las políticas implantadas por el PP de Madrid.Y los populares catalanes están decididos a meter en campaña el asunto. El candidato aprovechará también la visita de Ayuso para reivindicar las recetas de su formación, y reprochará a los dirigentes independentistas un discurso de “envidias” y de “ponerle la zancadilla a Madrid”, según explican a este diario. El entorno de Alejandro Fernández considera que los republicanos catalanes se dedican a pedir ayuda al Gobierno central en vez de intentar liderar la economía española con sus propios méritos y “competir de tú a tú”.
Los barones: “Un ataque a la autonomía”
El Gobierno andaluz que lidera el popular Juanma Moreno también levantó la voz ante la armonización fiscal anunciada. El presidente autonómico advirtió de que “tratar de impedir que las comunidades” bajen impuestos “es la penúltima exigencia de ERC”, y consideró que se trata de “un ataque a la autonomía y al modelo de Andalucía que funciona: bajando los impuestos, suben los ingresos”.
PP y Cs se comprometieron en su pacto de coalición, también con Vox, a una bajada de impuestos en Andalucía. De hecho, Moreno como candidato convirtió la bajada masiva de impuestos (BMI) en una de sus principales promesas electorales. El Gobierno cumplió y empezó a desmontar lo que calificaba de “infierno fiscal”. Andalucía suprimió en esa llamada “revolución fiscal” los impuestos que gravan las herencias, donaciones, sucesiones y actos jurídicos documentados, con Madrid como referencia y bonificando como esa comunidad al 99% esos tributos en caso de herederos directos. También se han aprobado bajadas en el tramo autonómico del IRPF, con una hoja de ruta que el Presupuesto para 2021 mantiene, a pesar de la crisis económica. El Gobierno andaluz defiende que la recaudación ha subido pese a la bajada de impuestos.Durante mucho tiempo, como consejera de Hacienda andaluza, María Jesús Montero clamó contra el llamado ‘dumping fiscal’ de Madrid, que desde Andalucía calificaban de “paraíso”, y Susana Díaz como presidenta se enfrentó a la entonces dirigente madrileña, Cristina Cifuentes, por este motivo en una Conferencia de Presidentes, alineada con socialistas como Ximo Puig.
Y Moreno no es el único. Ayer mismo, el resto de presidentes autonómicos del PP se lanzó en defensa de la dirigente madrileña. Alfonso Fernández-Mañueco, presidente de Castilla y León, insistió en la necesidad de un nuevo modelo de financiación que permita bajar impuestos y una armonización fiscal «tirando a la baja», insistiendo en que las políticas tributarias al alza «son fracasadas y, al final, generan más paro». También el presidente de Murcia, Fernando López Miras, dejó claro que su Gobierno «defenderá» su «autonomía fiscal» y «la mantendrá a salvo de cualquier intromisión que plantee subidas de impuestos». El dirigente murciano avanzó que en su comunidad no se recuperarán impuestos eliminados, como el de sucesiones y donaciones, «por mucho que el Gobierno central se empeñe».