EL MUNDO – 24/02/15
· La dirección del PP ha pedido a sus organizaciones territoriales que vigilen los movimientos de Podemos en las comunidades autónomas y las provincias, con el objetivo de controlar la procedencia de sus ingresos y los gastos en que incurrirán en la inminente campaña electoral.
La orden fue transmitida en una reunión mantenida hace pocos días en Génova con los coordinadores electorales autonómicos y provinciales. «Sepamos qué está haciendo Podemos», fue el mandato dado, según fuentes del PP.
La dirección del PP citó a los responsables territoriales de campaña para, entre otros asuntos, aleccionarles sobre la nueva normativa económica de los partidos –que estará vigente en mayo, durante la campaña electoral de las municipales y autonómicas– y para reclamarles, con mucha insistencia y en distintas intervenciones, un control muy riguroso de los gastos electorales. Génova recomendó a los responsables de campaña desterrar frases como que esto siempre se ha hecho así y cumplir la nueva legislación a rajatabla.
El motivo de esta obstinación es que se encuentra en tramitación en el Senado, a sólo unas semanas de entrar en vigor, el proyecto de Ley de Control de la Actividad Económico-Financiera de los Partidos Políticos, que fija por primera vez un techo de gasto. Según el cómputo hecho en Génova, las campañas de las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo se van a realizar con un 40% menos de dinero que hace cuatro años. La propia ley ha rebajado un 20% las ayudas públicas para envío de propaganda electoral, limitando los gastos de publicidad, y por primera vez ha vinculado el incremento de las subvenciones a las formaciones políticas con el aumento del presupuesto en política social.
A estas restricciones en la financiación se une que se ha dado mayor poder de control al Tribunal de Cuentas y se han endurecido las infracciones por superar el límite de gasto. Por todas estas razones, Génova exigió en su encuentro con los coordinadores electorales absoluto rigor en la financiación y, según las fuentes consultadas, que no haya ninguna mezcolanza entre el dinero del partido y el de los grupos municipales. También les advirtió de que sólo podrán publicitar el acto más importante del candidato. Ni uno más.
Ahora, las cúpulas provinciales deberán trasladar toda esa información a los organizadores de las campañas locales, incluyendo el encargo de controlar a Podemos.
La nueva legislación sobre partidos políticos incorpora como novedad la regulación del llamado micromecenazgo. Conocido en inglés como crowdfunding, este sistema de captación de dinero a través de internet para desarrollar proyectos concretos es uno de los métodos de financiación de Podemos. A partir de ahora, cuando la ley comience a aplicarse, los recursos recaudados por el método de crowdfunding serán asimilables a una donación a un partido político y tendrán las mismas limitaciones. El dinero no podrá dedicarse a proyectos concretos, porque la ley prohíbe «donaciones anónimas, finalistas o revocables», y deberá integrarse en una única cuenta destinada exclusivamente a todos los donativos de particulares.
La reglamentación del crowdfunding era una reclamación del propio Tribunal de Cuentas, que en su informe sobre los gastos de las elecciones europeas del año pasado ya advirtió de que existía un «vacío legal». Con este sistema, Podemos recaudó 114.000 euros para su campaña al Europarlamento. El Tribunal destacó entonces las dificultades del crowdfunding para identificar la procedencia del dinero y conocer quién hace la aportación.
Podemos afronta las elecciones autonómicas y municipales sin ayudas públicas, ya que es la primera vez que concurre a estos comicios y la subvención se calcula sobre los votos obtenidos en la última cita electoral. Con el debate abierto sobre si ha recibido dinero procedente de Venezuela, el PP quiere marcar de cerca al partido de Pablo Iglesias, segundo en intención de voto, según sus propias encuestas. En la reunión de Génova se aludió a la manifestación convocada en la Puerta del Sol el 31 de enero y al modo en que pudieron sufragar las decenas de autobuses que se desplazaron hasta Madrid. Éste es precisamente el encargo que se hace ahora a las agrupaciones: prestar atención a los movimientos de Podemos y alertar a Génova cuando haya sospechas de mala praxis en la financiación.
EL MUNDO – 24/02/15