EL MUNDO – 08/03/16
· La opacidad con la que Junts pel Sí y la CUP están actuando con respecto a las leyes de «desconexión» ha empezado a provocar las protestas de los partidos no independentistas.
· El PP catalán presentó ayer en la Mesa del Parlament un escrito para que reconsidere su polémica decisión de crear las ponencias para la tramitación de esas normas, y anunció que presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) si lo rechaza.
La queja del PP se une a la del PSC y Ciudadanos, y todas tienen el mismo origen: el informe de los letrados del Parlament que desaconsejaba que esas tres leyes –Hacienda, Seguridad Social y Transitoriedad Jurídica– se tramitaran por ponencia conjunta. Este mecanismo está reservado para materias que desarrollen competencias del Estatuto, y las normas que quieren impulsar los independentistas buscan precisamente que Cataluña rebase el marco estatutario.
En vista de que Junts pel Sí y la CUP, de forma inédita desde la recuperación de la democracia, desoyeron ese informe y piensan seguir con la idea inicial, el PP afirmó ayer que el Govern utiliza la Cámara catalana como un «decorado de cartón piedra» para escenificar la «ficción» de la ruptura.
El portavoz del Partido Popular en el Parlament, Enric Millo, explicó que si la Mesa rechaza su petición pedirán amparo ante el TC porque los derechos de sus diputados en la Cámara se verían «vulnerados».
Los no independentistas se quejan de que la fórmula propuesta por Junts pel Sí y la CUP, además de ser muy poco frecuente, busca implicarlos en un debate en el que no quieren participar. Además, el Govern no quiere aprobar las leyes de ruptura –que consideran un pilar de su estrategia– hasta el final de la legislatura, previsto para dentro de 16 meses.
Es el mecanismo de defensa contra impugnaciones que ha ideado el Ejecutivo catalán; los partidos independentistas podrían presentarse así a las próximas elecciones buscando la reacción de la población al seguro recurso del TC contra esas normas.
Millo dijo que es una «comedia esperpéntica» tramitar las leyes de «desconexión», sin tener el «coraje» ni la «valentía» de presentar proyectos de ley, que es el procedimiento habitual.