DIARIO VASCO, 4/1/12
Reclama que PSE y PNV no sigan «la agenda de Batasuna» en el tema de los presos. Basagoiti confía en que ambos líderes acudan a sus citas con Rajoy con una idea de «exigencia» hacia la organización
El nuevo año político comienza a calentar motores y el PP movió ficha ayer en una de las cuestiones candentes que deberá afrontar el Gobierno de Rajoy en este mes de enero: la gestión del final de ETA y la nueva etapa política que el cese de la violencia ha abierto en Euskadi. La prioridad absoluta del nuevo Ejecutivo es la economía, pero Mariano Rajoy mantendrá en las próximas semanas sendas reuniones con el lehendakari, Patxi López, y el líder del PNV, Iñigo Urkullu, y ha querido allanar el camino para que estos encuentros transcurran por una línea de «unidad en los principios básicos de convivencia». Dicho de otro modo, que PP, PSE y PNV coincidan en exigir la disolución de ETA antes de adentrarse en temas más espinosos como el acercamiento de los presos.
El Ejecutivo no se cierra a flexibilizar las medidas penitenciarias, pero no quiere que se vea como una «contraprestación»
El PP vasco avanzó antes de las elecciones que su papel en el tema vasco no iba a ser de mera comparsa cuando Rajoy llegase al Gobierno, y ayer Antonio Basagoiti dio una primera muestra de ello al poner voz a las pretensiones de su partido de cara a los próximos encuentros de Rajoy con los líderes del PSE y el PNV. Fue el presidente de los populares vascos quien lanzó la idea de un pacto de «unidad» a estas dos formaciones y quien confió en que «los tres partidos mantengamos la exigencia de la disolución definitiva de ETA para que, una vez que se produzca, podamos abordar temas como el acercamiento o la reinserción de los presos».
En declaraciones a este periódico, Basagoiti pidió a López y Urkullu que no inviertan el orden de los factores y que «no entren en el juego de las reivindicaciones históricas de la izquierda abertzale, en las que los presos siempre han sido una de las prioridades». En su opinión, «no hay que olvidar que ETA aún sigue ahí, aunque ya no atente, por lo que su desaparición y la entrega de las armas debería ser la prioridad número uno de todos los partidos democráticos. No podemos permitir que quieran seguir tutelando la política vasca con su existencia».
«Ausencia de liderazgo»
Basagoiti quiso hacer una llamada de atención ante lo que considera una relajación en la exigencia a ETA para que desaparezca. «Si uno escucha el mensaje de fin de año del lehendakari parece que ETA es una cosa del pasado, que ya se ha disuelto, cuando no es así. Percibo una ausencia de liderazgo que lleva a que tanto el PSE como el PNV acaben tirando por las reivindicaciones de los presos porque no saben muy bien qué plantear».
Ante esta situación, el líder del PP vasco considera que lo más conveniente sería un acuerdo básico entre PSE, PNV y PP en torno a dos ideas: «La desaparición definitiva de ETA y que quede bien claro el daño que ha hecho ETA a este país, a la gente, a los amenazados, a las empresas, al empleo, al conjunto de la imagen del País Vasco». A su entender, «esto es clave para que nadie se quede con una idea positiva o legitimadora de ETA» y que «en el futuro pueda volver a defender este tipo de posiciones».
El Gobierno del PP no está cerrado a flexibilizar la política penitenciaria dentro de los límites que marca la ley, y siempre de forma individualizada con cada preso, pero no quiere que medidas como la liberación de presos enfermos o el acercamiento de reclusos a cárceles del País Vasco sea vista como una «contraprestación» a ETA por su decisión de dejar la violencia. Además, tampoco tiene prisa por llevar a cabo medidas de este tipo, máxime cuando aún no se ha producido la disolución de la organización armada, un hito que sí sería decisivo para afrontar lo que la izquierda abertzale denomina «consecuencias del conflicto».
Así se lo hará saber Rajoy a López y Urkullu en las reuniones que tiene previsto mantener con ellos a partir de la segunda quincena de enero. Las fechas aún no se conocen por la complicada agenda que debe gestionar el presidente del Gobierno en sus primeras semanas de mandato, pero la reunión con el lehendakari, que será anterior a la de Urkullu, es una de las primeras que Rajoy tiene previsto mantener con presidentes autonómicos.
Basagoiti también se refirió ayer a la salud del pacto que su partido mantiene con el PSE. El líder del PP vasco ve «normal» que López desee agotar la legislatura y afirmó que no se ha producido «un cambio sustancial» en la relación entre ambas formaciones. El dirigente popular aseguró que va a mantener su «compromiso de responsabilidad» con el lehendakari, aunque reconoció que «en ocasiones no lo hago con demasiada devoción».
Recordó que su partido mantiene un acuerdo parlamentario con el PSE, pero que no es «una coalición de gobierno», por lo que «podemos llegar a acuerdos con otras formaciones», como ocurrió la semana pasada con su pacto con el PNV para el consejo de Kutxabank.
«Cara a cara» con Urizar
Basagoiti anunció ayer que el próximo día 12 mantendrá una reunión con el secretario general de EA, Pello Urizar, en la que abordarán la nueva etapa política abierta en Euskadi. Este encuentro estaba previsto para después de las fiestas navideñas desde hace más de un mes, pero no tenía fecha fija. Ayer Basagoiti descolgó el teléfono y llamó a Urizar para no retrasar una cita que supone un paso más en la normalización de relaciones del PP con un partido que forma parte de las coaliciones Bildu y Amaiur.
Basagoiti consideró positivo que Urizar y él puedan decirse «las cosas a la cara» y dijo que le trasladará al dirigente de EA que la prioridad debe ser la disolución de ETA y la deslegitimación de la violencia.
DIARIO VASCO, 4/1/12