EL MUNDO – 02/12/14
· ERC y CiU evitan su comparecencia pese a que se aprueba citar a los ex presidentes Aznar y González.
La comisión parlamentaria que investiga la confesión del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y otros presuntos casos de corrupción en Cataluña sigue marcada por los intereses partidistas. Si hace unos días, durante su primera sesión, los votos de CiU y del PSC evitaron la comparecencia de unas 40 personas relacionadas con casos tan mediáticos como el Palau de la Música, Pretoria, Pallerols o Adigsa –una cuestión subsanada parcialmente ayer, con cambios en las votaciones de cada grupo parlamentario–, ayer fue la unión de CiU y ERC la que impidió que el presidente del Govern, Artur Mas, sea citado a declarar en esta comisión, como solicitaban el resto de partidos.
De hecho, Mas fue el único de la lista de comparecientes vueltos a citar que fue rechazado por la comisión, a diferencia de otros nombres ilustres, como los ex presidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar, que sí deberán acudir. Hace unos días se rechazó su comparecencia y ayer se acordó que se les citara a acudir al Parlament, pese a que no están obligados a declarar ni a responder las preguntas de los parlamentarios.
Pese a rechazar la propuesta de comparecencia de Artur Mas, el diputado de ERC en esta comisión, Oriol Amorós, se mostró a favor de que el presidente dé la cara para hablar sobre las políticas de transparencia que aplicará el Govern, aunque considera que debe ser el propio Mas quien, a petición propia, decida acudir a la Comisión de Asuntos Institucionales. Por su parte, la diputada de CiU, Meritxell Borràs, atacó al resto de partidos, que han querido ampliar las comparecencias, y los acusó de actuar como «justicieros» poniendo en duda la separación de poderes.
El diputado de Ciudadanos (C’s) Carlos Carrizosa lamentó que no comparezca Mas, ya que considera que por sus responsabilidades en CiU y en los gobiernos de Pujol «es imposible e increíble que no tuviera conocimiento ni que tenga nada que decir acerca de lo que ha pasado en los últimos años».
Tanto CiU como el PSC negaron que hubiese un «pacto de silencio» en la anterior sesión de esta comisión. Por eso, han permitido que se puedan citar a 43 personas que fueron rechazadas en un primer momento, entre las que están ex cargos del Govern de CiU relacionados con el caso Pretoria, como Lluís Prenafeta o Macià Alavedra, o socialistas como Bartomeu Muñoz, ex alcalde de Santa Coloma, y Ramón García-Bragado, ex teniente de alcalde de Barcelona. En total serán 190 comparecientes en sesiones programadas hasta el próximo verano, aunque si hay elecciones anticipadas esta comisión se disolverá.
Por otra parte, Mas aprovechó ayer su discurso ante los representantes del Poder Judicial en Cataluña para reclamar que se evite la «confrontación» entre la legitimidad democrática y la legalidad. En la celebración del Día de la Justicia, defendió el pasado 9-N al recordar que el papel de los políticos es entender cuándo la mayoría de la ciudadanía apuesta por un proyecto. Por eso, dijo que en estos casos hay que «casar bien, juntar bien, soldar bien la legitimidad de la democracia con la legalidad de un Estado de Derecho».
Ante la presencia del fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada –que interpuso la querella contra él por el 9-N–, y del presidente del Tribunal Superior de Cataluña, Miguel Ángel Gimeno –uno de los magistrados que deben decidir si se admite a trámite–, el president instó a «soldar la legitimidad de los ciudadanos cuando se expresa en las urnas y la legalidad».
EL MUNDO – 02/12/14