HERMANN TERTSCH – ABC – 29/07/17
· Scaramucci es brillante en finanzas y despachos, pero sabe menos que su jefe de las intrigas de Washington.
Caos en la Casa Blanca! gritan todos los que llevan ocho meses creando caos allí con sus filtraciones, sabotajes y traiciones, todo ello en nombre del bien absoluto que es dañar al presidente Donald Trump. Pues lo cierto es que sí hay bastante caos en la Casa Blanca. Y no solo por la deslealtad de la Administración hasta límites inauditos. Y por la falta de coordinación y experiencia de muchos integrantes de un equipo hecho con gentes muy diversas. También porque Trump es caótico.
Ahora ha llevado a la Casa Blanca como jefe de comunicación a Scaramucci, un personaje brillante en finanzas y despachos, pero que sabe de las intrigas de Washington menos que su jefe.
Y lo primero que ha hecho es sincerarse con un periodista. Y ha dicho lo que opina de Reince Priebus, de Steve Bannon y de otros. Los odios en el equipo no serán mayores que en la Casa Blanca bajo cualquier otro presidente. Pero lo que refleja el caos es que salgan así a la luz.
Trump tendrá que buscar un golpe liberador contra ese nuevo revés en la liquidación del fracasado sistema de Obamacare. Políticos y periodistas llevan ocho meses soñando con derrocarle, por la violencia unos, por el impeachment otros, con permanentes invenciones otros. Todos pensaron que el constructor hortera de Queens en Nueva York no les duraría un asalto. El acoso ha sido inaudito. Contra él, su mujer o su hijo menor como jamás se ha hecho en un país civilizado.
Porque Trump ha osado arrebatarles la Casa Blanca a los poderosos clientes de Hillary Clinton, aliados a los funcionarios y periodistas, todos salidos de las universidades que producen corrección política, arrogancia ideológica izquierdista y violencia inquisitorial. Ahora este caos vuelve a dar alas a quienes creen que la caída de Trump está cerca.
Pero Trump se siente bien en el caos. Y quienes creen en su rápida caída pueden quedarse con aquella cara que tenían en la CNN en la inolvidable madrugada del día 9 de noviembre.