EL MUNDO 13/02/13
· Mariano Rajoy dio ayer garantías de que tarde o temprano, si no cae por su propio peso, el Gobierno se encargará de frenar cualquier deriva independentista. «No se preocupe; mantendré a Cataluña dentro de España», aseguró a preguntas del editor de The Economist, Michael Reid.
El presidente se mostró relajado cuando abordó este asunto, pese a que el tema central sobre el que se le había invitado a disertar no era otro que el de las perspectivas económicas de España. No hizo anuncios ni reveló estrategias, pero sí urgió al presidente de la Generalitat, Artur Mas, a defender sus tesis independentistas en el marco de las leyes. Rajoy, veladamente, vino a mostrarle el camino de la tramitación parlamentaria, como el que hubo de seguir en su día el lehendakari Juan JoséIbarretxe. Pero sí le recordó que para transitarlo con éxito hay que contar con los votos suficientes.
Así, recordó que «España es una democracia, un Estado de Derecho, en el que todos están sometidos a las leyes y a los procedimientos». Y, como ya ha hecho en otras ocasiones, él se puso como primer ejemplo: «A mí lo único que no se me puede pedir es que incumpla la ley, porque no lo haré».
A partir de ahí, insistió en su disposición a dialogar y escuchar cuanto quiera plantearle Mas, al que recibirá en La Moncloa en los próximos días.
Según la reflexión que desgranó el presidente, «con Cataluña nos une todo, siglos de historia, relaciones comerciales, personales, la cantidad de catalanes que han ido a vivir a otras regiones, la cantidad de gallegos, andaluces, etcétera que han ido a vivir a Cataluña… Nos une absolutamente todo y lo que hemos hecho juntos a lo largo de los últimos años, como el proceso de integración europea». Y, por ello, subrayó su «convicción» de que lo quiere la inmensa mayoría de los catalanes es «que sigamos como estamos actualmente».
Después, lanzó sobre la mesa una pregunta: ¿por qué algunos quieren privar de España a esa gran mayoría? «No veo», insistió él, «que los catalanes quieran que se les prive de su condición de españoles».
Rajoy también se pronunció en contra de la posibilidad de proceder a una reforma del modelo de Estado porque, en su opinión, el actual «une a la gran mayoría» mientras que, entre quienes apuestan por revisarlo, sólo se escucha un coro de opiniones contrapuestas.
EL MUNDO 13/02/13