Mas se dota de un consejo asesor en secesionismo

EL MUNDO 13/02/13

· El órgano estará compuesto por entre nueve y 15 expertos en soberanismo.

Lo prometió cuando firmó el pacto de Gobierno con el líder de ERC, Oriol Junqueras. Reiteró su promesa durante la sesión de investidura. Ayer dio un primer paso para cumplirla. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se dotó de su ansiado Consell Català per a la Transició Nacional. El Govern aprobó en su reunión semanal la creación de este organismo, que podría echar a andar antes de Semana Santa, y que asesorará al Ejecutivo catalán en su camino hacia la independencia.

Este organismo estará compuesto por entre nueve y 15 miembros escogidos entre profesionales «de reconocido prestigio en las diferentes disciplinas vinculadas con el proceso» de secesión. A los seleccionados los nombrará directamente el presidente Mas, quien espera de ellos buenos consejos jurídicos y técnicos para llevar a Cataluña a la independencia de España.

Mas es consciente de que la creación en plena crisis de un nuevo consejo -la Generalitat cuenta ya con una docena de consejos varios, todos ellos muy costosos- le puede reportar críticas por tierra, mar y aire. Por eso, el conseller de Presidencia, Francesc Homs, se encargó ayer de subrayar, durante la presentación de la nueva entidad, que sus miembros no obtendrán remuneración. No quedó tan claro si percibirán o no dietas por realizar sus tareas de asesoría.

Sin dinero de por medio, los asesores para la transición nacional tendrán que ser independentistas de corazón. El Govern confía en que no tendrá problemas para encontrarlos. Contará con la inestimable ayuda de Junqueras, quien seguramente ya tiene a alguien en la cabeza para recomendar. El Ejecutivo espera que también intervenga en la elección de los consejeros ICV, que votó a favor de la declaración de soberanía, y otros partidos políticos, como el PSC. De hecho, Homs aseguró ayer que CiU no pierde la esperanza de que los socialistas acaben por suscribir su proceso de transición nacional.

En cualquier caso, las negociaciones para seleccionar a los miembros del Consell se realizarán entre los grupos parlamentarios, aunque la idea de la Generalitat es lograr «el máximo consenso posible» al basarse en los principios de «diálogo y legalidad». La nueva entidad contará con presidente, vicepresidente, secretario y entre seis y 12 vocales. Su principal función consistirá en «analizar e identificar todas las alternativas jurídicas disponibles sobre el proceso de transición nacional».

Es decir, los consejeros tendrán como cometido principal diseñar una estrategia que permita a Mas convocar y celebrar su ansiado referéndum independentista dentro de la legalidad. Pero, además, este organismo habrá de ayudar en la creación de las nuevas estructuras de estado para Cataluña, que también prometió el president durante la campaña. Otra de sus funciones consistirá en «difundir el proceso entre la comunidad internacional», o sea, en tratar de buscar complicidades en el extranjero para las pretensiones independentistas de CiU.

Con la aprobación ayer del Consell per a la Transició Nacional, aunque éste tardará en estar en marcha, Mas cumple con varios de los compromisos que contrajo con Junqueras y que permiten a CiU gobernar en minoría, pero con el apoyo parlamentario de los republicanos.

El primero de estos compromisos era la aprobación de la Declaración de Soberanía. Un documento que es, para muchos, una autodeclaración de independencia y que fue aprobado en el último pleno del Parlament con los votos de CiU, ERC, ICV y un diputado de la CUP. Además, y según Homs, el Govern ha cumplido otro compromiso al impulsar la tramitación de la Ley de Consultas, que tratará de dar amparo jurídico a la celebración del referéndum independentista. Por último, el Govern aprobó ayer la creación del nuevo consejo. No está mal para un trimestre, vino a decir Homs, quien aseguró que el Govern ha creado «un espacio de trabajo para el proceso constituido».

El PSC denunció anoche que este Consell genera «confusión» en el debate soberanista al apostar por la independencia frente a otras opciones, anulando así su «neutralidad». El PP criticó al Govern por perder el «tiempo miserablemente» con estas cuestiones.

EL MUNDO 13/02/13