EL MUNDO 27/02/14
· «¿Por qué tengo que darle algo a cambio del desarme?», proclama
El PP hizo ayer un guiño a la derecha de su electorado. Fue al término del Debate sobre el estado de la Nación, al día siguiente de que Rosa Díez atacara a Rajoy por el flanco de su omisión acerca de las víctimas del terrorismo, y al cabo de una mañana en la que el propio presidente del Gobierno había pasado de puntillas sobre las brasas tendidas por nacionalistas y abertzales vascos a cuenta del pretendido diálogo para el fin de ETA.
Rajoy rehusó recrearse en la tribuna con la bufonada del desarme de mercadillo y top manta protagonizado el pasado fin de semana por los etarras. «No voy a hacer comentarios en esta Cámara sobre los últimos acontecimientos, porque no merece la pena», zanjó el jefe del Ejecutivo al ser preguntado por el portavoz del PNV, Aitor Esteban.
Pero por más que él y el portavoz de Amaiur le emplazaron a negociar un desarme, Rajoy se limitó a decir que «la solución de verdad es que ETA se disuelva porque es una organización terrorista». Y retó al propio PNV a exigírselo a la banda: «¿Es tan difícil? ¿Por qué no se lo pide? ¿Tenemos que darle algo a cambio? ¿Por qué tengo que darle yo algo a cambio?», inquirió.
En todo caso fue el portavoz, Alfonso Alonso, quien se ocupó no sólo de llenar los huecos dejados por Rajoy, sino de levantar a sus señorías de sus escaños. Y es que el dirigente popular sorprendió a la Cámara con un duro y directo ataque verbal al portavoz de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo, al que emplazó, entre grandes aplausos, a no hablar, como acostumbra, en nombre del pueblo vasco. «Señor Errekondo, habla usted en nombre del pueblo vasco, pero yo también soy vasco. ¡Le prohíbo que hable en mi nombre!», le conminó desde la tribuna en un tono inusualmente enérgico, para añadir: «Sobre todo, cuando habla de la impunidad para los criminales de ETA».
Alonso insistió en que «en Euskadi hay muchos vascos como yo y sólo ha habido una minoría que ha apoyado a ETA durante 40 años. Tenemos derecho a que esa minoría no pretenda hablar en nuestro nombre», dijo.
Y así, en un guiño al sector del electorado más crítico con el Gobierno en materia antiterrorista, sobre todo a raíz de la reciente excarcelación de etarras, el portavoz popular puntualizó: «Espero que los jueces mantengan bien cerradas las puertas de las cárceles hasta que los condenados por terrorismo hayan cumplido sus condenas con arreglo a la ley». La pasión de Alonso llevó a Rajoy a retomar brevemente el asunto. Recogiendo las propias palabras del portavoz, el presidente del Gobierno cerró el Debate pidiendo, solemne, que «ETA anuncie lisa y llanamente que se disuelve y deje de existir como organización terrorista».
Como colofón –y en coordinación con el Gobierno–, la primera de las propuestas presentadas por el Grupo Popular ante el Registro fue la que insta al Ejecutivo a apoyar a las víctimas del terrorismo en el contexto laboral, educativo y sanitario. «El Congreso», reza el texto que se someterá a la votación del Pleno, «insta a continuar trabajando de forma prioritaria en las políticas de apoyo y de reconocimiento a las víctimas del terrorismo, bajo los principios de memoria, dignidad y justicia que inspiran la Ley 29/2011, de reconocimiento y protección integral a las víctimas».
Y señala dos propuestas. Primero, «seguir avanzando en la atención y protección de las víctimas del terrorismo y sus familias, con especial incidencia en los derechos laborales, educativos o de carácter sanitario»; y en segundo lugar, «construir un relato basado en la verdad, en el que las víctimas se sientan apoyadas y respetadas», en concreto, mediante el impulso del Centro Memorial para las víctimas del terrorismo», previsto en la citada ley.
Desde la bancada, los populares se decían ayer más tranquilos por haber «superado» un Debate que el año pasado recordaban, con la crisis y el caso Bárcenas, una «tragedia».