EL CORREO 16/03/15
· El juez Gómez Bermúdez manda a prisión a siete de los ocho salafistas españoles detenidos el viernes por su «potencial peligrosidad»
El presunto líder de la célula local vinculada al Estado Islámico (Daesh) desarticulada el pasado viernes en diversos puntos de España reconoció ayer en su declaración judicial que tenía un texto con amenazas al Rey y a su familia. Durante su detención se procedió, además, a incautarle un vídeo titulado ‘Entrenamiento del Estado Islámico en España’, donde aparece mientras realiza prácticas de artes marciales.
Del mismo modo, en la investigación se ha constatado la existencia de una conversación telefónica donde reconoce trabajar para el líder del Daesh. Este hombre era el responsable de elaborar y editar material audiovisual en apoyo al salafismo yihadista, con el objetivo de difundir el «terror informativo» en internet, según fuentes judiciales. Llegó a colgar un vídeo en una página web donde grababa a su hijo, de apenas dos años, asegurando a preguntas del padre que de mayor «quería ser yihadista», al tiempo que identificaba en la pantalla del ordenador al jefe de Daesh en Siria e Irak, Abú Bakr al-Baghdadi, y le lanzaba besos a requerimiento de su progenitor.
Estos son algunos de los detalles del auto de prisión de siete de los ocho detenidos el pasado viernes en Ávila, Barcelona, Girona y Ciudad Real. Un octavo, que podría tratarse de una de las dos mujeres arrestadas, quedó en libertad.
Cárcel sin fianza
A los primeros el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez les mando ayer a la cárcel sin fianza y les imputó los delitos de pertenencia a organización terrorista, enaltecimiento del terrorismo y difusión pública de consignas terroristas y/o captación, adoctrinamiento, adiestramiento y formación terrorista, recogidos en el artículo 576.3 del Código Penal y castigados con entre cinco y diez años de prisión. A todas estas personas la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de Barcelona venía investigándolas desde junio de 2014.
Otro aspecto común de todos los miembros de la célula, según añadieron fuentes judiciales, es su difícil situación económica. Algunos se encontraban desempleados y subsistían con medios «muy precarios, lo que ha contribuido aún mas a exacerbar su odio hacia la cultura y valores propios de nuestra sociedad».
Esta circunstancia, según el juez Gómez Bermúdez, unida a su lealtad a la organización terrorista Daesh a través de su doctrina del «terror informativo», «les convierte en personas potencialmente peligrosas para la seguridad pública, cuya conducta futura es de todo punto imposible de predecir».
El auto del juez describe esta nueva forma de terrorismo como «yihadismo violento», que surge ante la dificultad con la que se encuentra Al-Qaida para organizar atentados terroristas en Occidente.