El primer toma y daca de la nueva etapa

Los portavoces de los grupos y las réplicas de los candidatos ocuparon la sesión de la tarde. La exigencia a Bildu de que pida la desaparición de ETA y el desacuerdo entre PNV, PSE y PP centraron el debate

La sesión de la tarde supuso el primer toma y daca de la nueva etapa en las Juntas. El tono del debate se fue elevando al compás del calor dentro del hemiciclo. La exigencia a Bildu para que reclame a ETA su desaparición -emplazamiento que fue eludido por la coalición-, el desacuerdo entre PNV, PSE y PP para evitar la investidura de Martin Garitano y el futuro que se abre en Gipuzkoa centraron las intervenciones, réplicas y contrarréplicas de los portavoces de los grupos y de los candidatos a diputado general. A pesar de los rifirrafes dialécticos, todos mostraron su voluntad de llegar a acuerdos puntuales en la nueva legislatura.

LAS INTERVENCIONES

IDOIA ORMAZABAL BILDU
«Hay que resolver definitivamente el sufrimiento de las víctimas de todo tipo de violencia»
EIDER MENDOZA
PNV
«No compartimos el alarmismo de otros por el resultado del 22-M, la sociedad apostó por la paz»
ENEKO ANDUEZA
PSE-EE
«El PNV estableció vetos al PSE-EE en los ayuntamientos de San Sebastián y de Lasarte-Oria»
IÑIGO MANRIQUE
PP
«Bildu tiene que pedir claramente la desaparición de ETA y condenar su pasado terrorista»
REBEKA UBERA
ARALAR
«Si de verdad Bildu apuesta por el cambio tendrá en Aralar un compañero de viaje»
«No se puede negar que Euskal Herria es una nación, y tiene derecho a la autodeterminación»
«Quieren dejar a la izquierda abertzale fuera de las instituciones y eso no lo aceptamos»
«Esperamos que la apuesta de Bildu por las vías políticas y pacíficas sea verdadera»
«El PNV ha impedido que se llegara a un acuerdo y ahora Olano queda en un papel de segundón»
«El diputado general tiene que hacer que se cumpla lo que recoge el Acuerdo de Gernika»

El debate vespertino arrancó a las tres y duró algo más de tres horas. Primero intervinieron los portavoces de los grupos, de menor a mayor. Rebeka Ubera, de Aralar, puso en valor el Acuerdo de Gernika y explicó las razones por las que iba a votar a favor de Garitano, aunque le advirtió de que no suponía un cheque en blanco. Iñigo Manrique, del PP, fue el más breve y el primero en exigir a Bildu que pidiera «claramente» la desaparición de ETA y condenara su actividad. A Olano le reprochó que no se llegara a un acuerdo sobre el gobierno de la Diputación.

Esto mismo centró a continuación el discurso de Eneko Andueza, del PSE, aunque en un tono más crítico hacia los jeltzales. Aseguró que el «pacto de estabilidad era para la modernización de Gipuzkoa, y no para excluir a Bildu de las instituciones». Con todo, mostró su esperanza en que la apuesta de la coalición soberanista por las vías políticas y pacíficas sea «verdadera».

Eider Mendoza, del PNV, elevó el tono del debate. Responsabilizó al PSE y PP de la falta de un acuerdo en las Juntas, y mantuvo que estos dos partidos buscaban solo la «exclusión» de Bildu. Además, les recordó su pacto para arrebatar el Gobierno Vasco a Ibarretxe. Por último, Idoia Ormazabal, de Bildu, desgranó las propuestas de su coalición.

A continuación llegó el turno de las réplicas de los cuatro candidatos a diputado general. Rafaela Romero demostró unas buenas tablas parlamentarias, remarcando con gestos sus ataques al resto de grupos. Reclamó «respeto» hacia su partido por parte de los nacionalistas y, sobre la falta de un acuerdo para la investidura de Olano, espetó a los jeltzales que «la responsabilidad ha sido del Gipuzko Buru Batzar». Emplazó al PNV a que haga «un análisis con sosiego y autocrítica». Mirando a Garitano, le aseguró que «no queríamos un acuerdo basado en la exclusión de Bildu, sino en los proyectos estratégicos para Gipuzkoa». Pero censuró al candidato de Bildu que en su intervención de la mañana no mencionara en ningún momento a ETA, «cuando también hay que hacer memoria histórica sobre ella».

Mano tendida

Garitano no recogió el guante, sino que, en un tono sosegado, invitó al PSE a que se sume al Acuerdo de Gernika, «para que sea más completo», y le tendió la mano para llegar a acuerdos puntuales durante la legislatura. Hizo este mismo emplazamiento al PNV, a quien también llamó a iniciar un diálogo sobre el derecho a decidir. Al PP le replicó que «su discurso apocalíptico no se lo cree ni su partido».

Olano demostró su experiencia en la tribuna de oradores del hemiciclo. A Romero le espetó que «el PSE está dolido por la pérdida del poder en varios municipios» y le pidió que no realizara «ataques personales». Admitió que las relaciones entre sus respectivos partidos «están «tocadas y habrá que reconducirlas», pero insistió en que los socialistas buscaban la «exclusión» de Bildu». A la coalición le dijo que «no puede aportar aire fresco, porque en ella dominan las caras de siempre de la izquierda abertzale y la única novedad son los pasos para la normalización y pacificación». Además, receló de la invitación a hablar sobre el derecho a decidir. Por último, defendió su gestión al frente de la Diputación.

Juan Carlos Cano, cerró la ronda culpando al PNV y al PSE de que no fuera posible un acuerdo. A Garitano le espetó: «Nos pide valentía y sentido de la responsabilidad. ¡Manda huevos, como diría mi compañero Trillo! Sea usted valiente y pida la desaparición de ETA y condene sus atentados y su historia».

En el debate no faltó la discusión sobre política fiscal, regeneración de la bahía de Pasaia, medidas anticrisis, servicios sociales y residuos urbanos. La mayoría de los grupos reclamaron a Bildu que no paralice «los proyectos estratégicos ya en marcha», como el TAV, y le demandaron más concreción sobre sus planes con respecto a estos temas.