EL MUNDO 02/05/14
· El PP de Barcelona denuncia el enésimo ataque a una de sus sedes en la ciudad.
· Navarro envía una carta a militantes socialistas, relatando su agresión.
· La sede del PP de Barcelona en el distrito de Nou Barris de la ciudad sufrió ayer un ataque.
Cataluña vive «un clima de confrontación» alimentado por «algunos líderes políticos y determinados partidos». Con esta contundencia el primer secretario del PSC, Pere Navarro, mostró todavía más su rechazo a los diferentes episodios violentos que se han vivido en los últimos días y que, según él, son consecuencia del debate político. En declaraciones a los medios durante su participación en la manifestación del Primero de Mayo, Navarro destacó que la actitud de la dirección de varios partidos políticos anima a que «determinadas personas usen determinadas maneras de actuar que no son aceptables». El líder socialista se refirió también a la quema de una bandera española en el Ayuntamiento de Tarrasa, municipio del cual fue alcalde, y aunque lo calificó de «hecho puntual», dejó claro que «es un síntoma más que describe a aquéllos que quieren enrarecer el diálogo y la búsqueda de soluciones para mejorar la vida de las personas que hemos de alimentar entre los políticos».
Navarro afirmó que desconoce si la quema de la bandera de Tarrasa guarda relación con la agresión que sufrió hace una semana en la misma localidad durante un acto familiar, pese a que dejó constancia de este «clima de confrontación que siguen algunos líderes políticos y determinados partidos». Sobre la agresión que sufrió, el líder socialista ha enviado una carta a los militantes de su partido en la que cuenta cómo sucedió porque, dijo, «quiero que se sepa la verdad absoluta» de unos «hechos» que «son denunciables y que deben investigarse».
En este sentido, el líder socialista afirmó que «es inaceptable que se estén tergiversando los hechos y no aceptaré que me conviertan en sospechoso», en relación a los numerosos mensajes que ha recibido de otras formaciones políticas o del Govern en el que le afeaban el uso «partidista» que hacía del incidente. Navarro relata en la carta que el domingo pasado estaba en las puertas de la catedral de Terrassa en una celebración familiar cuando «una mujer con apariencia de clase media se me acercó, me insultó y me dio un puñetazo. Después se fue rápidamente del lugar. Esto es lo que pasó y lo que he puesto en conocimiento de los Mossos d’Esquadra a través de una denuncia».
El líder del PSC indica que no llevaba escolta ya que se trataba de un acto familiar y privado. Además, lamenta que la agresión marque «las líneas rojas que ninguna sociedad democrática se puede permitir traspasar» y recordó que «la violencia no puede tolerarse en ningún caso». Pese a esto Navarro reitera en la carta que sus 10 años como alcalde le han enseñado que «los representantes públicos tenemos que hacer frente al malestar de la ciudadanía y eso forma parte de nuestro trabajo».
Hay otros partidos que también denuncian esta tensión. La sede del PP de Barcelona en el distrito de Nou Barris de la ciudad sufrió ayer un ataque. El lanzamiento de piedras y pintura provocó la ruptura de varios cristales y que se manchase una bandera y la fachada. Los populares denunciaron la agresión ante los Mossos d’Esquadra. Alberto Fernández Díaz, presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, lamentó la gravedad de cualquier ataque a una sede de un partido político y recordó que existe una reiteración de actos vandálicos contra los locales de su formación en Barcelona. Destacó que la sede del PP en el distrito de Les Corts ha sido atacada más de 25 ocasiones en los últimos cinco años. Incluso varios ataques fueron en una misma semana.
El PP indicó que acostumbran a ser pintadas con insultos y amenazas graves, sellar con silicona las cerraduras, hundir la persiana metálica, escupir en la puerta de cristal interior o el robo de la cámara de seguridad del exterior. Pese a esto, Fernández Díaz destacó «la firmeza democrática del PP para defender nuestras ideas en Cataluña, con un proyecto compartido con España».
EL MUNDO 02/05/14