ABC 28/11/14
· Sectores del partido exigen dureza y una moción de censura contra el presidente
El salto al vacío dado por el presidente Artur Mas, con su plan para proclamar la independencia en 18 meses, ha sacudido la política catalana. A la espera de conocer la reacción de ERC a la propuesta de lista única soberanista, la percepción es que, de manera definitiva y ya sin eufemismos, el presidente catalán fuerza la máquina para avanzar hacia la creación de un estado catalán: elecciones plebiscitarias, legislatura de transición, apertura de negociación con el Estado, amparo internacional…
Sin conocer en qué formato se presentarán los partidos soberanistas en las próximas elecciones –previsiblemente en febrero–, sí queda claro que la aceleración del «proceso» ha dejado atrás definitivamente al PSC y amenaza con descolgar a partidos como ICV que lo han apoyado.
Si hasta hace pocos días se especulaba incluso con la posibilidad que el presidente tratase de agotar la legislatura con el apoyo puntual de los socialistas catalanes, la conferencia que pronunció el pasado martes Artur Mas ha volado todos los puentes. Así lo reconocía el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien asumió en declaraciones a Catalunya Ràdio que ahora mismo «es muy difícil pensar en colaboraciones» con el presidente Mas y CiU, ya que «la hoja de ruta (del PSC) no tiene coincidencias con la suya». Tras exponer sus planes Mas, la confluencia es imposible.
En este contexto, y descartada la prolongación de la legislatura, Iceta explicó que, en caso de que se anticipen elecciones en clave plebiscitaria, el PSC «tendrá un programa normal, porque no quiere engañar a nadie», pero reconoció que «es evidente que una parte central del programa estará centrado en explicar a los catalanes qué relación queremos tener con el resto de España». «Cuando hacemos un programa, es pensando en Cataluña y los catalanes y dibujando nuestro escenario, igual que los independentistas hacen el suyo, con la ventaja de que tenemos complicidad con el resto de España, y me da mucho la sensación que los independentistas no», apuntó.
En este contexto, el líder socialista volvió a entonar el mantra federal, convencido de que la reforma constitucional en esa dirección es inevitale. «Que de las próximas elecciones generales sale una reforma constitucional es del todo evidente, aquí hay un camino a recorrer. Los que no pueden exhibir complicidades, y de hecho no deben buscarlas, porque lo que quieren es irse, son los independentistas, que tampoco han explicado cómo se alcanzará la independencia. Solo dicen que con buena voluntad y que haremos, entre pitos y flautas, cuatro elecciones en seis años», afirmó.
Endurecer el tono
En este contexto, y mientras parte del sector soberanista del PSC confirma su marcha –ayer lo hizo la exconsejera Marina Geli–, otras voces en el partido exigen a Iceta que endurezca el tono contra Artur Mas. Así se manifestó por ejemplo el senador Carles Martí, para quien ha llegado el momento de «dejar de hacer el juego» a Mas, instando a que se promueva una moción de censura para «echarle» y poder formar un gobierno de coalición progresista que «se deje de cortinas de humo».
En paralelo a los movimientos en el PSC, en Cataluña se analiza cada gesto de Oriol Junqueras (ERC), pendientes de si aceptará la oferta de lista unitaria que le lanzó Mas. En CDC se cree que el republicano no podrá negarse a un frente único, para lo que se confía sobre todo en la presión que pueda ejercer Asamblea Nacional Catalana. La respuesta la dará Junqueras el próximo martes en una conferencia.